Marcos Martínez, a las empresas 'púnicas': “Sois los mejores y os lo voy a dar”

Banquillo de los acusados en la Audiencia Nacional con Martínez Barazón tercero por la derecha.

Carlos J. Domínguez

Cómo habría sido la relación privada y de favor entre el que fuera presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez Barazón, para que un importante testigo que ha declarado esta segunda jornada en la Audiencia Nacional en el Caso Púnica asegurara hoy ante el juez que era “mejor no oír ni escuchar” los presuntos ofrecimientos 'a dedo' que hacía a las empresas de la trama ni que éstos barajaran que el personalmente entrara en esas empresas para repartise el beneficio.

Eran las mismas compañías a las que, con dinero público, pagaba “la mejora de su reputación personal, no institucional”, para perpetuarse en la Presidencia tras 'heredarla' de la asesinada Isabel Carrasco y para tratar de ser elegido presidente popular, algo que en 2014 no ocurrió precisamente porque estalló la Operación Púnica con su fulminante detención en su despacho del Palacio de los Guzmanes.

Quien lanzó la primera frase fue Eduardo Ruiz Valenzuela, director general de Evolución Viajes y técnico de las empresas con las que los conseguidores Alejandro de Pedro y José Antonio Alonso Conesa contactaron para, supuestamente, sacar tajada de dos contratos de la Diputación en la estación de esquí de San Isidro: por un lado, la gestión de las cafeterías El Rebeco y Pico Agujas que estaban en reforma; y por otro, un llamado Plan de Dinamización para sacarle partido a las pistas fuera de la temporada y conseguir unirla con la asturiana de Fuentes de Invierno.

Pliegos a medida cambiados en rojo

Contrato este último que Ruiz confirmó que se “troceó'” en cinco para facilitar una contratación que también pudo truncar la operación policial, según defendieron las dos fiscales. Y para las cafeterías la maniobra fue así de burda: como no les convenían los pliegos de adjudicación, el presidente en persona ordenó que se los dieran a las empresas, éstas los corrigieron “en rojo” y el propio De Pedro se los remitió ya acomodados a su conveniencia por correo electrónico al propio Martínez Barazón. todo ello ya fue publicado con pruebas en su día por ILEÓN en exclusiva.

Lo de “mejor ni oír ni escuchar” fue lo que el testigo respondió a las fiscales cuando le interrogaron sobre si, incluso, como consta en una conversación entre De Pedro y Alonso Conesa, el propio presidente -todavía hoy alcalde de Cuadros- habría participado en alguna de las empresas beneficiarias de estos contratos, una vez que los ganara alguna de las cuatro compañías presentadas, lo cual era fácil porque todas ellas estaban vinculadas a Manuel Sallés, jefe de Ruiz.

Sin embargo, hubo quien negó la mayor. Por la mañana, el cabo primero de la Guardia Civil del Grupo de Delitos de la Unidad Central Operativa (UCO), que analizó toda la documentación y registros del caso Púnica, tanto en la pieza de León como en otras muchas de la trama, fue categórico al decir que “no existe constancia de ningún tipo de que Marcos (por el presidente) quisiera entrar en la empresa” de manera “encubierta”, como llegaron a temer.

“Tenían Contratación a su servicio”

El agente J27270W, sin embargo, sí cargó las tintas en su interrogatorio contra Marcos Martínez por otras cosas, y mucho. Llegó a asegurar que las empresas de la Púnica “tenían el Servicio de Contratación -de la Diputación- a su servicio”, hasta contando antes que nadie con los pliegos y pudiéndolos amoldar“, con ”llamadas al interventor sobre modificados“, en relación al también imputado Jesús 'Suso' López, e incluso aireando una futura adjudicación a dedo: ”Sois los mejores y os lo voy a dar“, recordó que dijo textualmente, sin pensar en una mesa de contratación legal.

Para el cabo, que hizo un alarde de memoria durante casi cinco horas, el modus operandi de la trama se ensayó en León para aplicarse en otros puntos de España, dado que las empresas de De Pedro, Eico y Madiva, dedicadas a la reputación en internet y posicionamiento a través de una red de decenas de diarios digitales zombies, hicieron ya un buen trabajo previo que comenzó al menos desde 2012, es decir, con Isabel Carrasco de presidenta hasta su asesinato en mayo de 2014.

Grandes contratos que finalmente no fueron

“Yo creo que la finalidad principal era la obtención de grandes contratos”, defendió con sus pruebas, y todo comenzaba con “la llave de la reputación personal”, que generaban replicando hasta la extenuación publicaciones positivas y reacciones virales en redes con “perfiles falsos”. El delito que aquí apreció el testigo fue que para eso, Carrasco y Martínez gastaban el dinero público “en beneficio propio, de personas físicas”. Y “eso generaba un acercamiento, una confianza para grandes contratos”. Lo que no pudo explicarse es por qué “no se produjeron contratos de eficiencia energética, que se apuntaba como muy importantes, de millones de euros” por parte de la trama en otras partes de España.

En el caso que juzga la Audiencia Nacional (ya que la muerte de Carrasco la 'libró' de ello), los conseguidores aprovecharon, a juicio del agente, que “Marcos necesitaba mantenerse en la Diputación” y tampoco “su partido estaba muy de acuerdo” en que fuera elegido también presidente del PP. Por eso, el agente observa en las pruebas un constante asesoramiento personal, citas al más alto nivel político del PP, por ejemplo con un viaje a Murcia en un Congreso Nacional del PP, y protegiéndole de noticias críticas, como a través de muchos ejemplos se observó que hicieron antes con la presidenta.

Sin embargo, todo esto no se facturaba, sino “sólo de banners” de publicidad en los falsos diarios de la red. Es más, con el dinero que la Diputación pagaba a través del hombre “de confianza”, el coordinador de Presidencia y Prensa Pedro Vicente Sánchez, también imputado, a razón de 3.000 euros al mes, De Pedro llegó a confirmar en correos que se pudieron comprobar cómo ofrecía abrir más periódicos zombies en Ponferrada, Astorga o Cistierna para seguir elevando falsamente su reputación online.

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