Guía para ver esta noche del 1 de febrero el cometa 'verde' que ha tardado en volver a la Tierra 50.000 años

El cometa C/2002 E3 ZTF tiene un característico color verde en su coma.

Redacción ILEÓN

Lleva cincuenta mil años dando la vuelta al sol, y el cometa C/2022 E3 (ZTF, con una cola de marcado color verde (aunque es más bien azulada), ya es visible desde España. También en León esta noche del 31 de enero al 1 de febrero será una de las mejores noches para observarlo. Aunque lo mejor para disfrutarlo será usar unos prismáticos o un telescopio, echando la vista antes del amanecer hacia la zona de la Osa Menor y la Osa Mayor. Estas instrucciones también valdrán para días posteriores, aunque cuanto más avance el mes más difícil será observarlo de un vistazo.

Denominado astronómicamente con las siglas C/2022 E3 (ZTF), el prefijo 'C' indica una órbita no periódica, 2022 es el año de su descubrimiento, 'E' es el medio mes de su descubrimiento (primera quincena de marzo), '3' por ser el tercer objeto descubierto en ese período y 'ZTF' porque que fue descubierto por descubierto el 2 de marzo de 2022 por los astrónomos Bryce Bolin y Frank Masci que participaban en el proyecto Zwicky Transient Facility.

Es un pequeño cuerpo estelar, de apenas 1 kilómetro de diámetro que se denomina “cometa de período largo” (por la cantidad de años que tarda en dar la vuelta al sol) que alcanzó su perihelio (la aproximación más cercana al sol) el pasado 12 de enero, a una distancia de 1,11 unidades astronómicas (una UA, tiene 166 millones de kilómetros) y su aproximación más cercana a la Tierra será el 1 de febrero de 2023, a una distancia de 0,28 UA (42 millones de kilómetros). Sin embargo, los expertos calculan que esta vez será la última vez que visite al planeta azul y al sol, ya que nunca más volverá a pasar tan cerca y abandonará el Sistema Solar.

Su tonalidad verde, que sólo se ve en la zona central y no en la cola, se produce a través de un proceso bastante complejo que involucra la descomposición de las moléculas de dicarbono, como explican en la web MeteoRed. “La radiación solar bombardea las moléculas presentes en el cometa, que absorben dos fotones y luego se desintegran, irradiando un fotón verde característico. Además, la vida útil del dicarbono es muy corta, lo que significa que la molécula desaparece rápidamente, lo que explica que el brillo verde asociado a su rotura solo aparezca alrededor del núcleo del cometa, y nunca en su cola, ya que tarda mucho más en formarse”.

Para obtener la mejor visión, se recomienda buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica y con una buena vista del horizonte, como explican en elDiario.es. El cometa se puede identificar buscando las dos estrellas más brillantes en el cielo, Alfa (la polar) y Beta UMi (Kochab) en la constelación de la Osa Menor y, una vez localizadas, hay que seguir la formación hacia el Sur para encontrar la cola del cometa cerca de la Osa Mayor. Si no cuenta con un prismático o telescopio, puede obtener información y imágenes en la página web del Proyecto Telescopio Virtual, en este mapa astronómico o con una App de teléfono móvil como Starlight para Android o Sky Guide para iOS en el iPhone o el iPad de Apple.

Lo pudieron ver los neardentales

El cometa verde C/2022 E3 STF tiene una órbita que abarca desde los límites del Sistema Solar hasta el Sol, que completa en miles de años. Este evento astronómico solo ocurre cada 50.000 años, por lo que es una oportunidad única para presenciarlo. La última vez que visitó nuestro espacio interior lo pudieron ver (si es que tenía la magnitud suficiente para verse a simple vista) hasta los neardentales, que se extinguieron hace 35.000 años.

Los cometas son parecidos a bolas de nieve compuestas de roca, hielo, polvo, CO2 y otros gases que se originan en el cinturón de Kuiper. A medida que se acercan al Sol, el hielo se evapora y se forma una coma alrededor del núcleo y una cola que puede alcanzar millones de kilómetros de longitud.  

Asteroides, cometas y meteoritos son restos rocosos interplanetarios de la formación del Sistema Solar. Suelen viajar cientos de millones kilómetros, y la humanidad los avista cuando están cerca de la Tierra. A estos cuerpos celestes de hasta cincuenta metros se les denomina meteoroides, y sólo meteoritos cuando se precipitan y caen en la Tierra; es decir, cuando se encuentran en el suelo. Suelen originarse en el cinturón de Kuiper, en el Sistema Solar exterior, y a medida que viajan hacia el Sol empiezan a deshacerse cuando el sol evapora el hielo, por lo que entonces es cuando comienzan a dejar a su paso un halo de polvo y gas alrededor del núcleo denominado coma, dejando detras de sí su característica cola que puede llegar a tener una longitud de millones de kilómetros. 

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