Más de un año, la larga espera de Candín para saber si puede llamarse Ancares

Candín, en el Valle de Ancares, en imagen de archivo.

Elisabet Alba

El Ayuntamiento de Candín, en el extremo occidental de la provincia de León pegando con Galicia, lleva más de un año de trámites administrativos para saber si puede cambiarse o no el nombre por “Ancares”, como la histórica comarca, el valle en el que se enclava y el río que riega su municipio. Y lo que queda.

El 16 de diciembre de 2020 aprobó en pleno el inicio del expediente, pero no tardó en encontrarse de frente con la oposición tajante de sus vecinos. La Diputación de Lugo, que preside el socialista José Tomé, fue la primera en presentar alegaciones para tratar de frenar lo que consideran un intento de apropiación del nombre que, defiende, abarca también a seis concellos lucenses: Baralla, Becerreá, As Nogais, Pedrafita do Cebreiro, Navia de Suarna y Cervantes que se sumaron a la misiva. La línea argumental fue la misma que siguió la Xunta de Galicia para sumarse a la ofensiva gallega, que agotó el plazo para alegar. Además, se registraron también alegaciones por parte de un particular y una asociación.

Al menos, nadie de la provincia de León ni de la Comunidad de Castilla y León ha mostrado su rechazo al proceso, tal y como manifestó el alcalde de Candín, el popular José Antonio Álvarez Cachón, a ILEÓN, el pasado mes de febrero. Esto dejaba un solo frente abierto en el que centrar los trabajos y esfuerzos por conseguir el cambio de denominación.

Para desmontar el principal eje del discurso gallego de que Ancares también es Galicia, el Consistorio leonés solicitó informes detallados a las universidades de León y Oviedo, a la Diputación de León y otro al geógrafo que fuera director general de Administración Territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia de León, Eduardo Fernández. Meses fue el tiempo que tardaron en llegar los requeridos a la Real Sociedad Geográfica y la Real Academia de la Historia, que recientemente se han podido incluir también en el expediente.

Cuáles son los siguientes pasos

Así las cosas, ya con todos los informes recibidos, lo siguiente que debe hacer el Ayuntamiento de Candín es dar contestación a todas y cada una de las alegaciones presentadas. Después, llevar el cambio de nombre a Pleno y, tras aprobarlo que para eso lo han solicitado ellos y el grupo municipal popular tiene mayoría absoluta en el Consistorio, debatirlo y votarlo en el Consejo Comarcal del Bierzo que tiene la competencia transferida de la administración autonómica.

En estos momentos se trabaja para remitir en próximas fechas a los concellos lucenses, la Diputación de Lugo y la Xunta de Galicia, así como al particular y la asociación, los argumentos de por qué Candín sí es Ancares. No obstante, la administración local leonesa no se está apresurando con los trámites y, previsiblemente, la sesión plenaria municipal no se celebrará hasta pasadas las elecciones autonómicas del 13 de febrero convocadas por el 'popular' Alfonso Fernández Mañueco. Por lo que el asunto no llegará al Consejo Comarcal, como pronto, hasta finales de febrero o el mes de marzo.

A pesar de que el Consejo Comarcal del Bierzo está gobernado por el PSOE, con Gerardo Álvarez Courel en la Presidencia, hay un compromiso territorial de sacar adelante la iniciativa que, en caso de no dejar conformes a los gallegos, tendrá que dirimirse en los tribunales.

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