Casi 140 hectáreas de seis términos municipales de la comarca leonesa del Bierzo, de los que de momento sólo han trascendido los casos de Igüeña, Corullón, Trabadelo, Noceda del Bierzo según el proyecto original presentado a Europa, serán escenario de una serie de actuaciones para llevar a cabo la restauración de estos espacios y mejorar el hábitat del oso pardo, que tiene en este territorio sus mayores poblaciones de la especie en la cornisa cantábrica.
Así se puso de manifiesto en la jornada de trabajo que tuvo lugar este martes en Carrecedelo organizada por la Junta de Castilla y León y la Fundación Cesefor, que pilotará el proyecto, para abordar la restauración del hábitat del oso parto en este territorio, una iniciativa que persigue compatibilizar la convivencia de la especie con las zonas urbanas para evitar que se acerca a ellas, lo que hace cada vez con mayor asiduidad. Se trata de fondos europeos que se anunciaron hace ya dos años sin que hasta ahora se hubieran concretado, y eso que el plan se supone que expira en 2025.
Durante la jornada, cuyas conclusiones se han dado a conocer este miércoles, se presentó el plan de restauración y sus opciones de escalamiento, así como el proyecto europeo 'Soluciones sistémicas para la ampliación de la restauración urgente de ecosistemas para la biodiversidad relacionada con los bosques' (Superb), promotor de la iniciativa.
El técnico de la Fundación Cesefor Darío Arias avanzó que el plan contempla medidas para mejorar el hábitat del oso pardo mediante la plantación de especies aptas para su alimentación, aumentar la producción de bellota y la creación de montes mixtos. “También se realizarán actividades de silvicultura que mejorarán el modelo de combustible y disminuirá el riesgo de incendios forestales, y con el objetivo de dinamizar las zonas rurales y su desarrollo para implicar a la población local en la gestión de los bosques se harán plantaciones de castaño ”, según señaló Arias durante su intervención.
Entre las principales conclusiones del encuentro, destaca la inminente licitación del proyecto de restauración y la elevada participación de todos los asistentes, quienes destacaron la necesidad de fomentar el asociacionismo, el cooperativismo, la concentración parcelaria y los incentivos fiscales a los propietarios forestales.
También pusieron el foco en acciones de divulgación del trabajo forestal y de la problemática asociada a la presencia del oso para la población rural y la urbana, así como la idoneidad de establecer sistemas financieros que cubran el monitoreo y mantenimiento a largo plazo tras las acciones de restauración.
Igualmente, se incidió en la necesidad de implicar al sector privado en las acciones de restauración y de mantenimiento; el pago por servicios ecosistémicos, y la agilización de los trámites cuando hay daños por osos.