Autorizan una planta de residuos de obra en una antigua zona de almacén de carbón en un pueblo de Torre del Bierzo
La Junta de Castilla y León ha otorgado su bendición a la instalación de una gran planta de almacenamiento y tratamiento de residuos procedentes de construcción y demolición más de cinco años después de que la empresa promotora, 'Parajes de Villagatón SL', solicitara poder implantarla en un pueblo del municipio de Torre del Bierzo, en concreto en San Andrés de las Puentes. Esa empresa es ahora Explotaciones Mineras de Navaleo, con sede en Villablino.
La instalación se propone en una zona que ya dispone de una considerable infraestructura, ya que se trata de un paraje que se venía usando para acopio, tratamiento y expedición de carbón, aprovechando por un lado que el emplazamiento elegido, que suma una superficie de 8.300 metros cuadrados, está junto a la traza del tren de la línea Vigo-León y también está bien comunicada con núcleos como Bembibre o Ponferrada a través de un acceso por la Antigua N-VI y la autovía A-6.
Así lo recoge el definitivo visto bueno ambiental que le otorga el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en León y que se publica en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL), resaltando que el lugar elegido y la anterior actividad garantiza que se “cuenta con todas las infraestructuras necesarias para la actividad y no ocasionar mayores impactos en el establecimiento de la actividad”.
El informe de impacto ambiental favorable habla de que gestionará aquí un volumen cada año de unos 2.500 metros cúbicos de residuos de obra y que se podrá valorizar, es decir, recuperar o reciclar, en torno al 25% de ellos, siendo el resto transportados a otros gestores autorizados que no menciona. El mayor volumen serán mezclas de hormigón, ladrillos, tejas y materiales cerámicos, así como residuos mezclados de construcción y de demolición que no contengan mercurio u otras sustancias peligrosas.
La publicación también remarca que en la zona, debido a la anterior actividad, existen ya una plaza con caminos asfaltados, un edificio para aseos, vestuarios y oficinas, una báscula, dos pequeños cobertizos que se consideran aptos para albergar contenedores de residuos y cinco balsas en las que decantar las aguas pluviales.
En resumidas cuentas, la Junta considera que este nuevo negocio en San Andrés de las Puentes “no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente”, a pesar de lo cual se recomienda una serie de medidas correctoras sobre todo encaminadas para evitar contaminación de cualquier tipo y especialmente a cauces fluviales, como el arroyo del Rial o a las aguas subterráneas.
