La berciana Tvitec compra una empresa catalana en concurso por 15 millones de euros

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Agencia ICAL

La empresa berciana Tvitec, principal transformadora de vidrio arquitectónico de España, se impuso en la puja por la compra del líder mundial en la fabricación de vidrio curvo, la catalana Cricursa, que a finales del año pasado entró en concurso de acreedores al atravesar una situación financiera muy delicada que afectaba a sus más de 300 operarios.

El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona estimó la propuesta de la compañía con sede en Cubillos del Sil, con una inversión cercana a los 15 millones de euros, como la más rentable empresarial y socialmente pese a que la firma Brand Corner ofrecía una cantidad ligeramente más elevada.

Al respecto, fuentes de Tvitec valoraron que la autoridad judicial ponderase otros factores de solvencia a la hora de adjudicar el concurso. En ese sentido, el auto del magistrado apunta que el plan industrial presentado por la empresa berciana “ofrece más garantías en términos de continuidad empresarial y laboral”, con unas expectativas de mantenimiento de la actividad que califica de “razonables”.

Durante el proceso de adjudicación se llevó a cabo una consulta en la que el 86% de los trabajadores de Cricursa mostraron su adhesión al plan industrial y social avalado por Tvitec y la parte social llegó a presentar un escrito de apoyo ante la sala de lo Mercantil para mostrar su confianza en las garantías ofrecidas por la empresa berciana.

Tras conocer la decisión judicial, los principales ejecutivos de la empresa berciana destacaron la “notable responsabilidad social” que supone y mostraron “ilusión y optimismo” en su apuesta por relanzar el negocio de Cricursa “de una manera sostenible, con una plantilla dimensionada y asumiendo los compromisos económicos y sociales que a medio plazo dibujen un horizonte de crecimiento paulatino”.

Al respecto, el compromiso de la empresa berciana pasa por mantener en torno a 130 empleos en las unidades productivas de Cricursa. Asesorada por los despachos Irago de Ponferrada y Álvarez-Canal de León, la operación de compra de la empresa catalana por parte de Tvitec sitúa a la compañía berciana como “un verdadero gigante mundial en el procesamiento de vidrio para la edificación sostenible, tanto plano como curvo”, destacaron sus responsables.

En la actualidad, la compañía exporta sus soluciones acristaladas de alto rendimiento a más de 50 países, con un gran peso en Estados Unidos y Canadá y una facturación que el año pasado superó los 150 millones de euros. La empresa tiene en marcha un plan de expansión para incrementar su producción y lanzar innovadores productos que supondrá una inversión de más de 60 millones en el polígono industrial de El Bayo, en Cubillos del Sil.

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