La Denominación de Origen Bierzo alcanzó los 7.978.655 kilogramos vendimiados destinados a la elaboración de vino en la cosecha 2024. La producción de uva “de calidad excepcional” controlada registrada en las instalaciones de la entidad fue un 33,26% menor que en la cosecha 2023 y un 29,86% inferior a la media de las cinco últimas.
El año agrícola comprendido entre el 1 de agosto de 2023 y el 31 de julio de 2024 se caracterizó, principalmente, por ser especialmente lluvioso, acumulándose en torno a los 1.000 litros por metro cuadrado. En cuanto a las temperaturas, no fue un año especialmente frío, iniciándose la brotación la semana del 25 de marzo, desarrollándose con normalidad y formándose numerosos racimos que daban a entender que iba a haber una cosecha abundante.
La floración comenzó la semana del 3 de junio, mes en el que se registraron 115 litros por metro cuadrado de precipitaciones, coincidiendo con la floración y el cuajado del fruto, lo que condicionó en gran medida las mermas en la producción. Concretamente, el 18 de junio cayeron 30 litros por metro cuadrado en forma de granizo o granizo/agua acompañados de viento, durante un corto espacio de tiempo (30 minutos) produciendo daños importantes en racimos expuestos, hojas y pámpanos en los municipios de Toral de los Vados (Villadecanes y Sorribas), de Carracedelo (Carracedo del Monasterio), de Cacabelos (Cacabelos y Quilós), de Camponaraya (zona colindante con Cacabelos y Arganza) y Arganza (Arganza, Canedo, Campelo).
Con tan solo una semana de diferencia, el 25 de junio se produjo de nuevo otra tormenta de granizo que afectó al área comprendida entre los municipios de Toral de los Vados (Toral de los Vados, Parandones, Villadecanes) y Villafranca del Bierzo (Villafranca del Bierzo, Valtuille de Abajo y Valtuille de Arriba). En esta ocasión, además de agua, aproximadamente 30 litros por metro cuadrado, cayó granizo del tamaño de pelotas del golf en algunas zonas, produciendo daños muy importantes en la masa foliar, racimos y pámpanos.
Los días posteriores a esta última tormenta, continuó lloviendo de forma abundante dificultando la entrada en las parcelas para la realización de los tratamientos fitosanitarios, además, las temperaturas suaves favorecieron el desarrollo sobre todo de mildiu, tanto en racimo (mildiu larvado) como en hojas, produciéndose daños importantes, lo que se tradujo en una merma significativa de la cosecha.
El envero comenzó la semana del 22 de julio, finalizando la semana del 19 de agosto en las zonas más atrasadas, registrándose temperaturas bastante elevadas durante este periodo, sin embargo, como había suficientes reservas de agua en el subsuelo, las plantas no han acusado síntomas de estrés hídrico, por lo que la maduración discurrió con normalidad.
La vendimia se desarrolló de una forma fluida, la recolección comenzó el día 24 de agosto y la última entrada de uva tuvo lugar el 5 de octubre. El estado sanitario de la uva fue excepcional y, aunque al finalizar la campaña se produjeron algunas precipitaciones, como las plantas tenían poca producción, los racimos eran pequeños y con vagos sueltos, éstas no afectaron a la calidad del fruto, según detalla la directora técnica de la DO, Carmen Gómez Viforcos.