Una alusión a los muertos en las residencias de la Comunidad de Madrid durante la pandemia del coronavirus en medio de un debate sobre las tasas municipales desembocó este lunes en una importante trifulca entre el portavoz del PSOE, Gerardo Álvarez Courel, y un concejal del Partido Popular, Roberto Enrique Fernández. La disputa comenzó ya al final del Pleno y continuó a su término en el propio salón de sesiones con un duro enfrentamiento verbal entre ambos ante la presencia del resto de ediles y la mediación de agentes de la Policía Local. Y la polémica siguió entre intercambios de reproches de “aprendiz de fascista” (de Courel a Fernández) y de “aprendiz de vividor” (de Fernández a Courel).
La chispa saltó cuando Álvarez Courel, a la sazón presidente de la Diputación de León, criticó la gestión económica del Gobierno del PP de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid con un añadido final a su política sanitaria. “Que se lo pregunten a las familias de las 7.291 personas que murieron en Madrid en la pandemia en las residencias de ancianos”, espetó el socialista, replicado desde la bancada popular por Fernández. “¿Por qué no se calla?”, le preguntó Courel para tacharlo de “maleducado” con la alcaldesa, la socialista Silvia Cao, pidiendo al edil del PP que no interrumpiera la intervención. “Sinvergüenza”, soltó Fernández. “Aquí sólo hay un sinvergüenza y todos sabemos quién es: que eres tú”, respondió Courel.
Y la tensión se reprodujo ya terminada la sesión plenaria al encararse Fernández y Courel. El popular afeó entonces al PSOE “la utilización miserable de las víctimas” en cuatro episodios de la historia reciente de España como los atentados del 11M, la catástrofe del Prestige, la pandemia del coronavirus y la DANA de Valencia, según explica en conversación telefónica un día después de la sesión tras defender su “trayectoria democrática impecable” desde la oposición al franquismo en la universidad pasando por su salida del PSOE en 1988 por la actitud del entonces presidente del Gobierno, Felipe González, contra el líderl sindicato UGT, Nicolás Redondo. Y contrastó su participación en política sin dedicaciones exclusivas con la de Courel, que “no se ha bajado de un coche oficial” tras acumular un mandato de ocho años en el Consejo Comarcal y ahora ser presidente de la Diputación de León. “Es un aprendiz de vividor”, remachó tras escuchar declaraciones a los medios en los que el socialista lo calificaba como “aprendiz de fascista”.
También un día después de la trifulca, Gerardo Álvarez Courel enmarcó su comportamiento de este lunes como una “consecuencia” de la actitud del concejal del PP, al que acusó de “faltas de respeto desde el minuto uno” a las intervenciones de UPL y PSOE, socios en el equipo de Gobierno municipal, hasta haber sido expulsado en la sesión plenaria anterior. Courel dijo responder al final de la sesión a “amenazas”. “Ninguna actitud de amenazas va a hacer mella en este portavoz (...). Y al final nos acusó de todas las muertes, sólo nos faltó acusarnos de la muerte de Manolete. Y yo no estoy dispuesto como miembro del Partido Socialista a asumir mentiras y difamaciones en cuanto a ser responsable de la muerte de personas”, añadió para entonar a renglón seguido un mea culpa: “Me dirigí hacia él, y ahí es cuando pido disculpas al Pleno y al Ayuntamiento de Bembibre, para decirle que no le consentía que me amenazara, que ningún aprendiz de fascista que me amenace. Ahí no debí haber caído en su provocación. Soy humano y cometo errores (...). No le consiento que nos difame ni que nos amenace”.
“No volveré a caer en esa provocación”, promete Álvarez Courel después de que Fernández haya dicho que no rehuirá el enfrentamiento si se repiten situaciones como la de este lunes. “Si viene a encararse conmigo, yo no le voy a dar la espalda. No busco ni quiero el enfrentamiento personal. Pero pienso como pienso”, advierte tras asegurar que “alguien tan sectario” como Álvarez Courel “no merece ser presidente de la Diputación”.