La Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal del Campus de la Universidad de León en Ponferrada, en colaboración con el Joint Research Centre (Centro Común de Investigación) de la Comisión Europea, lideran un estudio pionero en el que han sido capaces de detectar, de forma temprana, la roya y el estrés hídrico de choperas de León a través de las imágenes del programa satelital Copernicus.
Se trata de un trabajo del estudiante del Máster de Geoinformática para la Gestión de Recursos Naturales del Campus del Bierzo Alexey Valero, quien ha trabajado con el prestigioso investigador del centro europeo Carlos Camino, junto a los profesores de Ponferrada.
La investigación, que ha durado dos años, ha transformado las imágenes que cada cinco días ofrece el satélite Sentinel 2 en modelos con los que se han podido medir el nivel de clorofila en las hojas, los carotenoides y las antiocianinas de estos árboles sin necesidad de trabajar en campo con los habituales sensores colocados en ellos, lo que facilita mucho la labor. Se ha utilizado la inteligencia artificial. Eso sí, a lo largo de estos dos años se ha comprobado que los resultados obtenidos con este modelo se ajustan a la realidad, comparándolos con los datos de los propios sensores. “Hay un grado de correspondencia de más del 90%”, explica la profesora de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal del Bierzo, Flor Álvarez Taboada.
El objetivo de todo este trabajo es poder detectar de forma temprana la roya, una enfermedad producida por un hongo que afecta a las hojas del árbol, lo que provoca su caída, una ralentización del crecimiento del ejemplar y un retraso en su desarrollo. Gracias a este sistema se consigue detectarla de forma temprana y así poder actuar. “La roya del chopo, una de las principales enfermedades de este cultivo, siempre se ha seguido a través de monitoreo, es decir, con sensores remotos. Pero con ello no se conocía cómo se comportaba el árbol fisiológicamente ante un ataque de la enfermedad”, dice Valero. “Ahora aplicando estos modelos se pueden conocer rasgos de los chopos para detectar cómo se comporta el árbol ante la enfermedad sin necesidad de ir a campo, usando la teledetección”, añade. “Es lo novedoso, conseguir para las choperas transformar esa información de imágenes en cantidades. Una vez que se consigue eso relacionamos esos contenidos con el nivel de afección de la roya”, continúa Taboada.
Pero no solo la roya, sino otros problemas de los chopos. Entre ellos el estrés hídrico, ya que las sequías son cada vez más frecuentes. Con este sistema también se puede conocer cómo está sufriendo el árbol ante la falta de agua y así actuar en aquellas plantaciones donde se puede regar. “En el caso del estrés hídrico identificamos el moderado. El leve aún no se puede identificar. Es como si estuviéramos midiendo las constantes vitales del árbol”, cuenta la profesora.
“Esto abre una nueva puerta a los sistemas de seguimiento y monitoreo porque conocemos fisiológicamente cómo responden los chopos ante un estrés, sin necesidad de aplicar métodos directamente en campo”, dice el alumno.
La investigación se ha centrado en cinco plantaciones de la provincia de León, en Villamañán, Villasabariego, Turcia, Villoria de Órbigo y Toral de los Vados.
Todo ello ayudará a mejorar el rendimiento de los chopos, un árbol que tiene una enorme importancia en el sector maderero de Castilla y León y, especialmente, en la provincia leonesa. La madera de chopo alcanza el 20% de la que se produce en toda la Comunidad. Su valor económico es del 40% de todos los ingresos del sector de la madera. “El chopo es un sector en el que hay muchos propietarios privados y juntas vecinales. Con esto sabremos los patrones de distribución de la roya para poder combatirla. Podemos tener retratado el estado sanitario de las choperas cada semana”, comenta Taboada.
Esto no es solo positivo para los chopos y los que trabajan su madera, sino que tiene una gran relevancia para el propio Campus del Bierzo. “Nosotros como universidad pública que somos, y dentro de León donde el chopo tiene una importancia enorme, que estemos haciendo este tipo de trabajos es muy relevante. Somos líderes en estas investigaciones. Tener una colaboración con el centro de investigación más importante de la comisión europea da una idea de la importancia que tienen estos estudios”, asevera la profesora de ingeniería.
Un referente
Alexey Valero es graduado en Ingeniería Hidrográfica y Geodesia por la Academia Naval Granma de Cuba, su tierra natal. Trabajó varios años en su país como jefe de Topografía y formó parte del grupo de investigación del centro meteorológico para detectar fenómenos extremos, como la sequía y las inundaciones, aplicando la teledetección.
En 2022 decidió que era el momento de ampliar sus conocimientos y optó por una beca de la Agencia Española Internacional para el Desarrollo para estudiar en España. Aunque esta beca le ofrecía titulaciones en ciudades importantes, como Madrid, Barcelona o Zaragoza, decidió venir a Ponferrada. “La escogí por las líneas de salida y el programa de estudios. Me pareció muy bueno. Tenía la oportunidad de ir a Barcelona, Zaragoza o Madrid, pero colegas de otras ciudades me recomendaron venir al Bierzo. Es un máster que pese a ser muy joven está tomando un auge enorme. Tiene mucho reconocimiento, también en Latinoamérica”.
Y su experiencia ha sido inigualable. “Ha sido algo excepcional. Yo venía de Cuba y cuando llegué y me incorporé superó mis expectativas. Me di cuenta de que no sabía casi nada de teledetección y aprendí muchísimo. El claustro de profesores está muy preparado, es muy profesional. Pero sobre todo me gustó cómo me acogieron, casi eres un hermano o un hijo”.
El Campus del Bierzo lleva seis años impartiendo este máster en Geoinformática para la Gestión de Recursos Naturales. Hay numerosas becas de la Fundación Carolina y el Ministerio de Exteriores. Han llegado a tener hasta 150 solicitudes.
Alexey Valero está actualmente en Zaragoza, donde otra beca le ha permitido completar su doctorado participando en el grupo Rama del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón. Allí trabaja en el ajuste de curvas tipo de cultivos utilizando también la teledetección remota.