La Junta de Castilla y León exime de pasar una evaluación ambiental ordinaria a un proyecto para instalar una planta solar fotovoltaica, en una antigua mina del empresario Victorino Alonso, con fondos europeos. El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publica este viernes la resolución de la delegación territorial de León que da luz verde al proceso medioambiental para continuar con los trámites administrativos para su construcción en Fabero.
La planta solar que tomará el nombre del municipio en el que se va a instalar, Fabero, ocupará una superficie de 26,5 hectáreas de la explotación a cielo abierto la Gran Corta, aunque en una de las partes que se ha quedado fuera del plan de restauración que debería haber hecho el empresario minero cuando cesó la actividad extractiva pero que finalmente se va a realizar con cargo a fondos públicos.
La parcela en cuestión es la 10822, del polígono 7, actualmente en disputa entre Unión Minera del Norte (Uminsa) propiedad de Victorino Alonso y las juntas vecinales de Otero de Naraguantes y Lillo del Bierzo. Según fuentes municipales, hay una pugna para decidir quién tiene los derechos del suelo, si la empresa privada o las administraciones locales menores.
El proyecto energético está promovido por la empresa Genelec Invest S.A. cuyo administrador único lo es de otra empresa administrada antes por personas de confianza del propio Victorino Alonso.
Zona de sensibilidad ambiental “baja”, con especies protegidas como el oso
Tal y como recoge el Boletín Oficial de Castilla y León, la administración autonómica decidió suspender el procedimiento de evaluación de impacto ambiental simplificada teniendo en cuenta únicamente la documentación aportada por el promotor. Además de añadir que se ubica en una zona calificada como de sensibilidad ambiental “baja” para instalaciones de renovables, tanto eólicas como fotovoltaicas, según la zonificación ambiental elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Eso sí, el análisis técnico del proyecto deja patente que se trata de una zona con presencia de especies protegidas como el oso pardo, varios anfibios, reptiles, aves y otros mamíferos.
En la documentación aportada se expone que la afección que tendrá el desarrollo del proyecto sobre el oso pardo será “prácticamente insignificante”. No obstante, especifica que “durante la fase de obras, tanto en la construcción como en el desmantelamiento de las instalaciones, los ruidos ocasionados por la maquinaria trabajando durante el día, evitarán que esta especie pueda disponer de la zona como un lugar más donde buscar alimento, mientras que, en la fase de explotación, la presencia de un vallado perimetral impedirá su entrada. Por ello no se considera que estas afecciones puedan ser consideradas como una amenaza en sentido estricto, puesto que en ningún momento se pondrá en peligro la supervivencia de los individuos que se encuentren de paso”.
Además, según se indica en el inventario, hay otras especies catalogadas como “amenazadas” que se verán afectadas por las placas solares. En los pequeños arroyos que hay en la zona viven anfibios como la rana patilarga, el tritón ibérico y el sapo partero común -incluidos en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPE), aunque no se encuentran en las categorías de especies Vulnerables o En Peligro de Extinción-.
Entre las especies de reptiles identificadas destacan el lagarto verdinegro, la lagartija colilarga, la culebra lisa meridional, el eslizón tridáctilo ibérico, la culebra viperina y la culebra de collar, incluidas también en el citado listado, pero tampoco se encuentran catalogadas como especies amenazadas.
El grupo de las aves es el más numeroso en la zona de estudio. Se han identificado 66 taxones que se incluyen en el LESPE, aunque la mayoría no están incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas, destacando el Colirrojo real, con categoría de vulnerable en el libro rojo de las aves de España. Según el atlas virtual de la avifauna terrestre de España en la zona de estudio se pueden observar 68 especies entre las que destaca el Milano real incluido en el catálogo de especies amenazadas como de en peligro de extinción. Además, se destacan cinco especies de murciélago, catalogadas como vulnerables.
Y como otros mamíferos identificados en el área de estudio, incluidos en el LESPE, destacan el Gato montés europeo, Armiño, Desmán ibérico y el lobo, además del oso pardo, catalogado como en peligro de extinción.
Compatibilidad con un Bien de Interés Cultural
El proyecto se plantea muy próximo a la zona de afección del Bien de Interés Cultural 'Cuenca minera de Fabero' y, la línea existente que se pretende reformar, afecta a la zona de la Recuelga en la cual se ha incoado el procedimiento para la declaración del complejo minero-industrial de La Recuelga, como BIC con la categoría de Conjunto Etnológico.
En ese sentido, la administración autonómica considera que la explotación cultural y patrimonial e industrial de la zona es compatible siempre y cuando la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Castilla y León, o si es el caso, la Dirección General den su visto bueno.