La Fundación Prada a Tope entregó los premios que alientan las rehabilitaciones en la arquitectura rural berciana

Foto de familia de organizadores, autoridades y galardonados con los Premios Palacio de Canedo de la Fundación Prada a Tope.

Agencia EFE

Los XV Premios Palacio de Canedo a las mejores intervenciones de recuperación arquitectónica hechas en el Bierzo rural durante 2023 repartieron este jueves los 21.500 euros asignados entre catorce iniciativas, siendo las más destacadas los primeros premios logrados por el Ayuntamiento de Camponaraya por la obra de la Casa de los Ucieda, y en el caso de los particulares el hotel rural La Solana del Abuelo Andrés, en La Chana (Borrenes).

El acto de entrega de los premios se celebró en la bodega de Prada a Tope bajo la presidencia del propio José Luis Prada, que recordó en su intervención cómo el trabajo constante y, muchas veces anónimo, consigue poco a poco cambiar la estética y la calidad de vida de nuestros pueblos.

Prada recordó la “emoción de la gente que restaura su casa y nos la enseña, y que no busca dinero, busca ese reconocimiento nuestro y de sus propios vecinos”, al tiempo que señaló que restaurar la casa familiar “no tiene precio porque es volver a la casa de los abuelos”.

En su intervención final recordó que recientemente quedó sorprendido por las curiosas bodegas excavadas en tierra en la localidad cabreiresa de Santalavilla, y cómo concitó la atención de los vecinos echando él una mano a su recuperación, quedando la siguiente jornada de limpieza y decoro a cargo de los propios vecinos que, de pronto, vieron el valor singular que tenían esas bodegas que estaban abandonadas.

Fue el broche de oro a un evento que juntó a 240 personas entre los patrocinadores, candidatos nominados, alcaldes del Bierzo, así como protagonistas de instituciones y colectivos relacionados con el mundo rural del Bierzo.

El primer premio de 3.000 euros financiados por el Consejo Comarcal del Bierzo fue para la actuación del Ayuntamiento de Camponaraya que preside Eduardo Morán por la recuperación de la casa de los Ucieda como centro cultural municipal. Se trata del edificio más representativo de arquitectura culta de la localidad que primero se ha convertido en dominio público y ahora luce con su aspecto renovado tras una sabia recuperación integral.

El segundo, de 2.000 euros del Ayuntamiento de Bembibre, para la actuación del Ayuntamiento de Carracedelo en Peón de Arriba, pedanía que llevaba deshabitada y abandonada bajo la maleza desde hace medio siglo y que se ha convertido en una aldea ecológica dedicada al turismo de naturaleza. Es un trabajo realizado en tres fases y que se suma a la gigantesca labor de recuperación etnográfica realizada en el municipio en las tres últimas décadas.

El tercero, de 1.500 euros del Ayuntamiento de Carracedelo para la Junta Vecinal de Arlanza, por la recuperación del lavadero público. Es un ejemplo de la arquitectura tradicional que había perdido su aspecto original en desafortunadas intervenciones. Ahora vuelve a ser un ejemplo de un tipo de construcción que ha ido desapareciendo y que cobra especial valor en los pueblos de la cuenca minera donde no es habitual encontrarlos en este estado.

Además, se entregó un accésit de 500 euros donado por el Consejo Comarcal del Bierzo para el Ayuntamiento de Igüeña por las labores de recuperación de la ermita de San Pedro del poblado minero que se levantó en los años sesenta entre Pobladura de las Regueras y la Espina de Tremor.

Del poblado no quedaba más que la ruina de la ermita, y ahora en ese paraje de Chanifiesta tenemos un entorno recuperado como área de descanso, paisaje que alberga una romería seguida con gran éxito por los vecinos que recuerdan aquel poblado que tuvo hasta escuela y economato, y adonde llegaron vecinos de otras zonas de España, especialmente extremeños, para trabajar en la mina aledaña.

En el caso de los premios para iniciativas promovidas por particulares fueron, el primer premio, del Ayuntamiento de Ponferrada, de 2.500 euros, para Zaira Fernández, por el hotel rural de La Chana, La Solana del Abuelo Andrés.

Se ha recuperado un conjunto de edificios en toda una manzana, incluido un lagar que ha quedado incorporado en el salón restaurante del complejo hostelero, con un aspecto totalmente integrado en el paisaje de esta zona enclavada en el entorno de Las Médulas.

El segundo premio, financiado por el Ayuntamiento de Toral de los Vados, de 2.000 euros, para la casa de Ángel García Vela en Valtuille de Arriba, por la rehabilitación de una casa que ha respetado escrupulosamente el estado original en un pueblo jacobeo.

El jurado estableció tres terceros premios de 1.500 euros cada uno. Un tercer premio, financiado por el Ayuntamiento de Igüeña, de 1.500 euros, es para la casa de Óscar Fernández García, de Salientes. Una casa de montaña que destaca por el marcado de los vanos con mármol blanco de la zona, llamando la atención al jurado también una ventana en especial por su respeto a los detalles originales.

Otro tercer premio, al que se denominó Especial arquitecto José María Fernández (miembro del jurado fallecido el año pasado), financiado por el Ayuntamiento de Páramo, con 1.500 euros, para Raúl Vidal, de Villavieja, en el municipio de Priaranza, por la reconstrucción de un grupo de casas para establecimiento de turismo rural.

Al jurado le sorprendió sobremanera el cuidado de los detalles, el muro ciclópeo que sujeta el talud, los materiales recabados in situ para la reconstrucción y especialmente que todo haya sido labor de una pareja a lo largo de 12 años esfuerzo continuado.

Y el último tercer premio, financiado por el Ayuntamiento de Arganza con 1.500 euros, para Iván Marote, de Valle de Finolledo, por la reconstrucción de una casa familiar para vivienda, adaptando el estilo exterior tradicional con un uso inteligente interior moderno para una familia que ha hecho realidad eso de retornar a la “España vacía” y aprovechar la posibilidad del teletrabajo desde nuestro mundo rural.

El cuarto premio, financiado por el Ayuntamiento de Corullón con 1.000 euros, fue para la rehabilitación de Francisca Pérez por una casa San Clemente de Valdueza. Se trata de un edificio situado a la entrada del pueblo que dignifica también el acceso a la Tebaida Berciana al estar en consonancia con otros edificios en la misma manzana que incluso han sido premiados por esta fundación en años anteriores. Todo un ejemplo de recuperación y de lo que persigue la Fundación: que haya un contagio entre las iniciativas.

Además, este año hubo premio especial patrocinado por el Colegio de Arquitectos de León que va destinado a una recuperación especial y con una aportación de 1.000 euros.

El ganador ha sido un edificio de 1922 situado en Bembibre, propiedad de María Concepción Porres, de manufactura modernista y que ha tenido una afortunada intervención de recuperación y conservación que ha puesto en valor la morfología original de la construcción que había quedado eclipsada después de un siglo de vida.

La categoría Por tu pueblo repartió un total de 3.000 euros para iniciativas que, como recogen las bases, premian a una persona o personas, asociación de vecinos o colectivo humano que se haya caracterizado por el esfuerzo mancomunado y continuado en mantener su pueblo y el entorno patrimonial y paisajístico en el mejor estado posible sin ayudas públicas, solo con la colaboración de los propios vecinos.

Un premio de 1.500 euros, patrocinado por la Fundación Sardonal de Almagarinos, fue para los vecinos de Salientes, y en su nombre la Junta Vecinal, por su trabajo de recuperación etnográfica llevada a cabo en los últimos años.

Un molino y un lavadero ya lucen como antiguamente y han comenzado el proceso de recuperación de la fábrica de luz, todo en un entorno privilegiado.

Otro premio de 1.000 euros, patrocinado por el Ayuntamiento de Torre, fue para Alberto Regueras, una persona que dedicó las horas muertas de la pandemia a la creación de un paisaje singular en la Mata de las Mozas, entre Rimor y Villalibre, y que animado por la respuesta popular ha ido incorporando elementos decorativos perfectamente adaptados al entorno hasta crear un pequeño parque temático especialmente atractivo para los niños, con mesas, juegos, columpio y una senda abierta que forma una ruta muy frecuentada desde entonces.

Dos premios de 500 euros cada uno, patrocinados por MGS Seguros, fueron, uno para Angustias Faba, de Valtuille de Abajo, por su cuidado en la cuneta que separa su fachada del Camino de Santiago, un largo tramo de flores bien cuidadas que obliga a los peregrinos a hacerse selfies y a felicitarla, contribuyendo con humildad a que ese camino sea más Patrimonio de la Humanidad con su pequeño, pero gran gesto de cariño del que se benefician todos los que por allí pasan.

El otro premio fue para la decoración de un talud en la entrada de Canedo que es propiedad de José Cereijo, si bien quien lo creó fue Juan Blanco. La hiedra, bien cuidada a lo largo de toda la fachada de la finca, dan la bienvenida a esta pedanía que cada año recibe miles de visitas. 

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