Pase ambiental a la primera planta de reciclaje de baterías de litio de vehículos eléctricos de España, en Cubillos del Sil

Un coche eléctrico en una estación de recarga.

Agencia ICAL

El Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyLl) publicó este viernes una resolución del Servicio Territorial de Medio Ambiente de León sobre el informe de impacto ambiental favorable del proyecto de una planta para la reutilización y el reciclaje de baterías usadas de litio en Cubillos del Sil, en la comarca del Bierzo, en León.

Se trata de la primera planta para dar salida a las baterías de Li-ion en España y la previsión es que entre en funcionamiento en el año 2024 con una capacidad inicial para recuperar y reciclar 8.000 toneladas de baterías al año, es decir, equivalente a 16.000/17.000 baterías de vehículo eléctrico, si bien esa capacidad podrá aumentar paulatinamente hasta alcanzar las 25.000 toneladas

No en vano, asegura que el proyecto promovido por Novolitio Recuperación de Baterías no tiene efectos “significativos” sobre el medio ambiente. Eso sí, deberá cumplir unas medidas protectoras y correctoras, además de las que se incluyen en el documento ambiental aportado en diciembre de 2022, en temas como instalaciones temporales de obra y acopios de materiales, el uso de materiales reciclados en la fase de obras, la gestión de residuos y suelos contaminados, la protección atmosférica, la contaminación lumínica y la protección acústica y de las aguas, entre otras. Cabe destacar que la empresa está participada por Endesa, al 45%, y Urbaser, con el restante 55%.

La resolución, recogida por la Agencia Ical, muestra las fases del proceso de la planta como la recepción, clasificación, desmontaje y descarga eléctrica de baterías en función de su tipología; el triturado; el secado y enfriado; la clasificación y separación de las fracciones valorizables, principalmente, cobre, aluminio, fracciones férricas, plástico y polvo de grafito e incluso la selección de algunas baterías para su reutilización.

La planta funcionará como gestor de residuos peligrosos. Los residuos que se producirán serán principalmente residuos peligrosos y no peligrosos derivados del reciclaje de las baterías y acumuladores (en su mayoría metales y plásticos), además de equipos eléctricos y electrónicos que contienen las baterías de litio y las aguas de proceso y residuo de electrolito. 

Se estima la generación de 4.000 toneladas al año de residuos de acumuladores, pilas y baterías de litio; 2500 toneladas al año de residuos de disolventes; 2000 toneladas al año de residuos acuosos con sustancias peligrosas y 9000 toneladas al año de otros residuos (incluidas mezclas de materiales) procedentes del tratamiento mecánico. 

En cuanto a la generación de residuos no peligrosos se estima en 500 toneladas al año de pilas alcalinas, baterías y acumuladores; 100 toneladas al año de absorbentes, trapos de limpieza y ropas protectoras; 600 toneladas año de envases de madera y metálicos; 750 toneladas al año de otros componentes desechados; 5.250 toneladas al año de metales no férreos y férreos; 600 toneladas al año año de plástico y caucho; y otras fracciones de envases, vidrio, residuos biodegradables, papel, cartón, etc., en una cantidad total de 6,25 toneladas al año año. 

No se producirán vertidos industriales, ya que las aguas de proceso se gestionarán como residuo líquido. Se estima un volumen de 2.000 metros cúbicos al año, mil metros cúbicos al de los baños de descarga, más las que se originan por escorrentías interiores de edificios y naves, en caso de fugas accidentales. Estos efluentes se almacenarán en un depósito de 30 metros cúbicos , hasta su retirada por gestor autorizado. Por último, las aguas sanitarias se verterán a la red del polígono.

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