Lorena Baeza, periodista: “Cuando voy a Ponferrada me pregunto cuánto interesa una noticia con mucho eco en Madrid”

César Fernández

16 de noviembre de 2025 10:00 h

Dice la periodista Lorena Baeza (Ponferrada, León, 1989) que vive “al revés” del mundo desde que llegó al Telediario Matinal de Televisión Española (TVE) tras el verano y tuvo que trastocar sus horarios. El caso es que a veces parece que es el mundo el que va al revés, sobre todo en esas horas de madrugada en que España duerme pero “hay otros países que están muy despiertos”. Baeza, que empezó su carrera en La Sexta y Newtral antes de ser coordinadora de contenidos especiales de Prisa TV, estaba como reportera en La Hora de La 1 cuando se incorporó al Matinal, donde es presentadora y editora adjunta. Publicó en 2024 la novela El día nunca retrocede.

¿Cómo está siendo el aterrizaje en el Telediario Matinal? ¿Cómo ha tenido que cambiar sus horarios vitales?

Ha sido un comienzo muy ilusionante. Trabajar en los Telediarios es un orgullo y esta edición es especial, es el primer arranque de la mañana, el primer contacto para muchas personas con la actualidad del día. Ha sido muy fácil también gracias a la ayuda del equipo y la generosidad de Álex Barreiro. En cuanto a los horarios, todo cambia. Es un encaje de vida completamente diferente. En mi caso, aunque sea muy disciplinada, hay días que el cuerpo y la mente saben que no es la hora natural de dormir… así que, voy viendo cada día cómo me encuentro para poder descansar lo necesario.

¿Cómo es el ritmo de una redacción cuando teóricamente el país está durmiendo?

¡Muy intenso! Trabajamos para contar lo que ya ha pasado de otra manera o con otros enfoques. Y por otra parte, el horario nos obliga a estar muy pendientes de la agenda y a adelantarnos a los temas que serán noticia a lo largo del día. Además, mientras nosotros “dormimos”, hay otros países que están muy despiertos. Así que la actualidad internacional está muy viva y es una parte importante del Telediario Matinal.

España duerme, pero hay vida en otras latitudes, de donde a veces llegan noticias que lo dejan a uno con la boca abierta. ¿Le sucede lo mismo? ¿Hay que prestar más atención que nunca a lo que sucede fuera de España?

Sí, sobre todo, en un mundo cada vez más conectado y donde las crisis demuestran que la cooperación, el respeto y el entendimiento global son fundamentales.

La intención del Matinal es que puedas irte a trabajar o a la actividad que vayas a hacer sabiendo lo fundamental y por qué es importante

La radio está a esas horas y durante la mañana en su prime time, con programas y voces muy consolidados. ¿Cómo se compite? ¿Cómo se puede ‘atrapar’ al espectador que se despierta, se asea, desayuna y se marcha de casa con la radio puesta?

La clave, en mi opinión, es poner el foco en la base de nuestro trabajo. Intentar contar bien, lo mejor posible, cada tema. De manera sencilla y completa. Que puedas irte a trabajar o a la actividad que vayas a hacer sabiendo lo fundamental y por qué es importante.

¿Y cómo se ‘atrapa’ a los que ya de mañana están pegados al teléfono móvil?

Para muchas personas es su modo de informarse. Se publican muchos fragmentos de los Telediarios en redes sociales y en distintas plataformas y es fundamental para llegar a quienes están más pendientes de ese otro tipo de pantallas. Además, en RTVE se hacen contenidos nativos digitales maravillosos, que recomiendo mucho, tanto en vídeo, como en audio y en texto con elementos gráficos.

Ha dicho que de niña veía los telediarios en casa. Vistos ahora desde dentro, ¿qué esencia mantienen y en qué han cambiado?

Los veía en casa con mi familia desde muy pequeña y siempre han sido una referencia para mí. Es un orgullo formar parte de ello ahora. Y creo que eso es lo que consigue mantener: ser referencia. Saber que es información de calidad, con coberturas de corresponsales y profesionales excelentes y siempre con el foco en el servicio público, que implica una gran responsabilidad.

Dice el escritor lacianiego Premio Cervantes Luis Mateo Díez: “Hay demasiada actualidad y es tan tremenda y asaltadora que nos quita capacidad de imaginación”. Y añade: “El poder neutraliza la imaginación e inventa lenguajes para sosegar”. ¿Coincide? ¿Cuál debería ser el papel de los medios de comunicación en un contexto de sobreabundancia de información?

Que la ciudadanía tenga acceso a tanta información, a tantas opciones y a través de múltiples canales es muy positivo. Pero es cierto, que en determinadas épocas intensas, eso provoca una especia de fatiga. Es nuestra responsabilidad contar las claves y hacer accesible la información importante entre el ruido que se genera en muchas ocasiones. Y ya que mencionas a un Premio Cervantes… a cualquiera le recomendaría que además de informarse de la actualidad, ¡lea tantas novelas como pueda! Es una manera de desconectar maravillosa y de alimentar esa creatividad de la que hablas y que para nosotras también es fundamental para contar mejor.

Es nuestra responsabilidad contar las claves y hacer accesible la información importante entre el ruido que se genera en muchas ocasiones

Publicó en 2024 la novela El día nunca retrocede. ¿Habrá más? ¿Se puede compatibilizar su trabajo actual y la escritura de ficción?

¡Ojalá haya más! Tengo muchas ideas y por ahora, las voy dejando apuntadas. La escritura requiere muchísima disciplina y tiempo. Sí se puede compatibilizar, con esfuerzo y mucha organización. Aunque depende de la época. Siempre hay un momento para todo y lo más importante para mí es saber que es tu momento para sentarte y escribir. No hacerlo porque tengas que cumplir un plazo. El día nunca retrocede lo escribí sin prisas y fue un proceso largo y muy bonito. Me ha dado muchísimas alegrías y estoy muy agradecida de que haya llegado a tantas personas y lo siga haciendo. Con esa portada que es, además, tan espectacular.

A veces se achaca a los informativos nacionales un enfoque muy condicionado por lo que ocurre en Madrid y en las grandes ciudades. ¿Qué puede aportar de diferente una persona que procede de la periferia?

Creo que se hace un esfuerzo diario para evitar caer en eso. Siempre que viajo a Ponferrada o a cualquier otro lugar hago el ejercicio in situ. Me pregunto cuánto le interesa a esa persona que veo en su trabajo, paseando, leyendo… una noticia que ha generado mucho eco en un lugar específico, en la capital del país... Me ayuda a recolocar el foco, aunque sea algo que intente hacer cada día.