“No le veo el fin. Cada vez es un poco más”: los desalojados del valle del Oza llegan a Ponferrada

Desde el lugar que ocupa junto a su marido en el pabellón José Arroyo de Ponferrada, al que llegó horas antes tras el desalojo de Bouzas obligada por el incendio que arrasa los montes bercianos procedente de Llamas de Cabrera, Olimpia expresa su preocupación por el avance de las llamas, en otro día complicado por los fuegos en la provincia de León. “No le veo el fin. Cada vez es un poco más. Ha llovido mucho, mi pueblo es muy verde, pero el suelo está seco y arde como la pólvora”, explica a la Agencia ICAL.
“Nos vimos desbordados” detalla sobre el momento del desalojo. “Fue caótico, porque teníamos que recoger las cosas, la casa, la maleta... muchísimo agobio y poca reacción. Nos habían dicho que para desalojar tendría que estar ardiendo tres días el monte y en pocas horas tuvimos que marchar”, comenta.
Residente habitual en Madrid, veranea y pasa temporadas en Bouzas -ocho meses durante la pandemia desde que los “soltaron”-, cree que su marido y ella esperarán unos días a ver si pueden regresar al pueblo y, si no, volverán a la capital de España. El pueblo celebraba estos días sus fiestas y ya había más de 120 personas apuntadas para la paella prevista para hoy, al igual que la espuma para los niños o los juegos populares para los mayores.
“Estamos preocupados; mucha gente vive aquí y lo que tienen lo tienen aquí. También por la gente que está defendiendo algo que dan por hecho que tenían que haberlo hecho los profesionales”, comenta.
Visita municipal
Los alojados en el pabellón recibieron esta tarde la visita de varios concejales del Ayuntamiento de Ponferrada, que quisieron trasladarles personalmente su solidaridad y transmitirles ánimo. Los evacuados les interrogaron sobre el estado de los pueblos desalojados, cuyas viviendas en principio parecen estar a salvo. Los ediles explicaron que se intenta realizar fuegos técnicos para evitar la propagación y que el humo resta visibilidad en la zona, lo que dificulta algunas de las labores de extinción.
Personal de Protección Civil, Policía Municipal y psicólogos de la Junta están a disposición de las personas desalojadas que, por ahora, no tienen fecha de regreso prevista a sus localidades.
“Nuestra primera preocupación es la integridad física de los habitantes desalojados, pero también la integridad de sus viviendas y unos bienes que en muchos casos son su único patrimonio y el recuerdo de toda una vida”. Es la afirmación que hizo hoy el concejal de Seguridad Ciudadana de Ponferrada, Carlos Cortina.
El edil recordó que todos los medios de seguridad y Protección Civil del Ayuntamiento colaboran en el dispositivo autonómico de los incendios declarados en el municipio y agradeció a todo el personal municipal “sus desvelos, el esfuerzo que están haciendo, su profesionalidad y su entrega en favor de unos ponferradinos que lo están pasando tan mal”.
Los Bomberos de Ponferrada siguen en todo momento las directrices que marca la coordinación del Puesto de Mando Avanzado en el incendio de Yeres-Llamas de Cabrera. “Esperamos que las líneas de control ayuden a proteger las poblaciones, aun cuando las condiciones son desfavorables por el viento sur-suroeste y porque el humo dificulta las tareas de los aviones” recalcó Cortina.
En estos momentos hay alojadas en el pabellón José Arroyo 75 personas y 22 en varios hoteles de la ciudad, que hoy pasan al pabellón. A estas cifras se sumarán los ciudadanos de Compludo, Carracedo y Palacios de Compludo que necesiten alojamiento.