WWF, SEO/BirdLife y la Fundación Oso Pardo (FOP) han presentado alegaciones contra las centrales eólicas 'El Páramo' y 'Ampliación El Páramo', proyectadas por Repsol en la Sierra de Gistredo, por su grave impacto sobre especies amenazadas y espacios de alto valor ecológico. Todo ello después de que el Gobierno vetase otro de los parques impulsados en la zona por la petrolera, la central 'Alto Bierzo-Sil'.
Los proyectos, actualmente en trámite de autorización, prevén la instalación de 23 aerogeneradores y más de 12 kilómetros de líneas de evacuación aérea en una zona de gran riqueza natural en la provincia de León.
Las organizanciones aseguran que centrales eólicas propuestas afectarían a hábitats clave del urogallo cantábrico, el oso pardo y el milano real, especies catalogadas en peligro de extinción. Además, el área de implantación se sitúa dentro del Área Importante para la Conservación de Aves y la Biodiversidad (IBA) 'Sierras de Gistreo y Coto' y en las inmediaciones de espacios de la Red Natura 2000, como la ZEPA y ZEC 'Alto Sil'. situadas a menos de 1 kilómetro de los aerogeneradores proyectados.
“Este proyecto amenaza gravemente especies en peligro y vulnera principios fundamentales de conservación. La Junta de Castilla y León tiene en marcha programas de cría en cautividad del urogallo, por lo que no deben permitirse proyectos que destruyan su hábitat. No tiene sentido invertir en recuperación mientras se autoriza su extinción” , denuncian desde WWF, SEO/BirdLife y FOP.
Además, las organizaciones denuncian que los aerogeneradores se situarían a menos de 2,5 kilómetros de un área crítica para el oso pardo, con registros de presencia documentados en la zona, y afectarían un corredor esencial para la especie, que ha sido ignorado en el Estudio de Impacto Ambiental.
Un precedente de éxito en los tribunales
Las organizaciones recuerdan que en el pasado lograron frenar proyectos similares en la zona, que afectaban a la misma población de urogallo cantábrico, al anular los tribunales sus autorizaciones debido a su elevado impacto ambiental. “Si la administración competente no rechaza estos proyectos, se explorarán todas las vías judiciales para impedir su implantación y proteger la biodiversidad de la Cordillera Cantábrica”, alertan en su comunicado.
Las organizaciones reiteran su apoyo a la transición energética, pero exigen que las energías renovables no se instalen en áreas de alto valor ecológico. Recuerdan que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y SEO/BirdLife han elaborado mapas de sensibilidad ambiental, que identifican zonas adecuadas y áreas de exclusión para evitar impactos irreversibles. “Las energías renovables son esenciales para frenar el cambio climático, pero no pueden desarrollarse a costa de nuestra biodiversidad. Las administraciones tienen herramientas para evitar estos conflictos y deben utilizarlas”, concluyen WWF, SEO/BirdLife y la Fundación Oso Pardo.