El alcalde de Ponferrada reconoce un “problema de comunicación evidente” sobre la polémica obra de asfaltado

Agencia ICAL

El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, garantizó este miércoles la estabilidad del pacto con Coalición por el Bierzo (CB) tras el episodio relacionado con el asfaltado de una travesía en la localidad de Dehesas, donde el concejal de CB Jesús López tiene su vivienda. Ramón reconoció la existencia de un “problema de comunicación evidente” en la gestión de este asunto y señaló que la polémica podría haberse evitado si se le hubiera informado de la situación “desde el primer momento”.

Al respecto, consideró que ése hubiera sido el proceder “lógico” de los acontecimientos ante una situación que podía llegar a “generar suspicacias” entre la ciudadanía. Tras reunirse el lunes con los ediles de CB para aclarar la cuestión, el regidor recalcó que “la garantía para la ciudadanía es que hayan convencido al alcalde”, ya que “nadie va a ser más estricto”, señaló.

En ese sentido, insistió en que “ni un solo céntimo de dinero público irá a esos accesos a las viviendas” y garantizó que los servicios técnicos municipales se encargarán de certificar que la obra se ajusta a las previsiones iniciales. “No voy a entrar en un acuerdo entre empresa y particulares”, apuntó el alcalde, respecto a la petición del concejal no adscrito, Manuel de la Fuente, para que López presente la factura que acredite el pago de la obra correspondiente al acceso a su vivienda.

El PP reclama más explicaciones

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Marco Morala, afeó al alcalde su “sobreactuación” en este asunto y le acusó de comportarse de manera “desleal” con su socio de gobierno. “La cuestión en el asfaltado de Dehesas no es un problema de comunicación, es un problema de lealtad con un socio de gobierno y de igualdad de los ciudadanos”, apuntó.

En ese sentido, exigió a Ramón unas “explicaciones claras” en relación con esta cuestión y lamentó que la “escenificación y teatralización” del asunto hayan generado “dudas sobre la rectitud del proceso y sobre un presunto trato de favor”. Según Morala, el regidor “no es de fiar ni para los que le apoyan para acceder y mantener el sillón y el bastón de alcalde, y lo es mucho menos para los ciudadanos”.

Al respecto, lamentó que el episodio haya servido para “extender la sombra de la sospecha de la desigualdad de trato entre los ciudadanos y los concejales”. “Quiso abrir y cerrar en tiempo récord un escándalo, al que dio carta de naturaleza y sobre el que todavía debe muchas explicaciones”, sentenció Morala, que desafió al regidor a poner el caso en conocimiento de la Fiscalía.