El suceso ocurrió de madrugada, sobre las 04.00 horas. Varios encapuchados perpetraron el robo. La banda voló el cajero de la sucursal del Banco Santander en el número 11 de la avenida Santalla de Oscos, y el cajero, que salió despedido al otro extremo de la calle, fue introducido después en un vehículo por los asaltantes.
A pesar de que según primeros indicios, el suceso se había podido llevar a cabo con explosivos, la Subdelegación del Gobierno ha aclarado esta tarde de lunes que no se encontraron restos concluyentes que lo certifiquen.
La explosión pudo oírse en la mayoría de la localidad de Toral de los Vados. A esta hora la policía científica trabaja sobre el terreno en la búsqueda de pruebas, según han informado fuentes del Centro de Mando de la Guardia Civil.
Según un teletipo de la Agencia ICAL, la Guardia Civil continúa la investigación abierta sobre el robo con fuerza cometido en la madrugada de este lunes en la sucursal del Banco Santander situada en la confluencia entre la avenida Santalla de Oscos y la calle el Teso del municipio berciano de Toral de los Vados y trabaja con la hipótesis de la posible utilización de gases para la expulsión del cajero automático, según informó la Subdelegación del Gobierno.
Aunque en principio se habló del uso de explosivos, en el momento actual de la investigación se ha determinado la no existencia de restos en el lugar, por lo que parece descartarse esa posibilidad. Testimonios de los vecinos aseguraron haber escuchado dos detonaciones de distinta intensidad y el cajero automático de la oficina bancaria salió despedido hacia una zona de aparcamiento cercana mientras los vidrios del local saltaron por los aires.