La exposición Fuego Verde de la Térmica Cultural crece con tres joyas botánicas llenas de historia, mitología y misterio

La exposición Fuego Verde de La Térmica Cultural de Ponferrada crece con la llegada de tres nuevos helechos arborescentes pertenecientes a las especies más emblemáticas, rodeadas de mitología.
Se trata de los ejemplares ‘Cyathea dealbata’, ‘Cyathea australis’ y una ‘Cyathea medullaris’, procedentes de A Coruña y trasladadas hasta Ponferrada bajo la supervisión del experto en helechos arborescentes Jorge Lorenzo, con quien la Fundación Ciudad de la Energía colabora de forma activa a través del área de formación y producción de planta.
El director de este área, Luis del Riego, explica que la primera especie “es muy significativa para los pueblos nativos de Nueva Zelanda y Australia, donde se considera un helecho casi sagrado”. Se trata de un ejemplar que presenta un color claro en el envés de la hoja. “Por la noche esa claridad se refleja y los pueblos nativos extendían los frondes por el suelo. Con la luz de la Luna, era como si se alumbrara el camino”, explica del Riego, quien añade que se trata de un helecho “muy particular, muy bello y espectacular”.
En cuanto a la segunda especie, tiene la particularidad de contar en los frondes con unas espinas que “se dice que podían ser una de las defensas que tenía la planta cuando la especie convivió con los dinosaurios”, cuenta del Riego. “Una verdadera reliquia”, afirma.
El último ejemplar que se suma a Fuego Verde es una ‘Cyathea medullaris’ de la variedad gigante y que tiene un crecimiento “muy rápido”. La raquis de los frondes es de color negro, lo que la diferencia del resto de las especies. Al cortar el tronco en horizontal, supura un líquido rojo que parece sangre. “Los pueblos nativos consideraban que era una especie cruce de animal y vegetal, y hay mucha mitología en torno a esta variedad”.
Del Riego se muestra “muy contento” ante estas incorporaciones, que necesitarán un cuidado especial para garantizar su crecimiento dentro de las condiciones de La Térmica Cultural. Por eso su ubicación, las condiciones de temperatura y humedad, así como la fertilización, “son elementos fundamentales para su adaptación. El objetivo es, además de la exposición para el público, el trabajo de investigación y de reproducción, en el momento en el que comiencen a producir esporas”, finaliza.