Tal y como reza el título de la exposición que hasta el próximo 14 de abril –en horario de 10.30 a 17.00 horas– puede verse en el Muelle de carbones del museo La Fábrica de la Luz de la Ciuden de Ponferrada, 'Pioneras de la ciencia y el carbón'. Una exposición que habla de eso, de mujeres que en la provincia de León destacaron por su unos logros que, a día de hoy, y lamentablemente, siguen siendo desconocidos incluso en la tierra que las vio nacer.
“El día internacional de la mujer y la niña en la ciencia y el día de la mujer son dos efemérides que nos impulsaron a realizar esta exposición. Igual que hay muchas mujeres que marcaron hitos en varios puntos de España, quisimos destacar las de aquí, las de León”. Quién pronuncia estas palabras es Noemí Martínez Murciego, que junto a Concepción Fernández Diez comisionan esta exposición. Martínez indica que en un principio no pensaron en tratar el tema del carbón, ya que se escapaba del ámbito científico, pero finalmente lo incluyeron ya que reflejaba muy bien la consecución de derechos por parte de las mujeres para que posteriormente pasase al ámbito universitario.
El rango de fechas va desde la monja Ende, que vivió en el Monasterio de Tábara durante el siglo X y es considerada la primera pintora de Europa, la primera en firmar su obra y debido a un mapamundi al inicio de su Beato creado por ella, hace que sea considerada la primera cartógrafa de la historia, hasta Sara García, nacida en 1989 y conocida por ser elegida la primera astronauta reserva española en 2022. Noemí indica que “a partir de 1910 las mujeres pueden acceder a la universidad de una forma libre, y esto entre comillas, ya que contaban con todos los impedimentos sociales, pero legalmente sí podían”. Posteriormente, lamenta, “la guerra y la dictadura frenan muchísimo este movimiento y como vemos, no vuelve a coger vuelo hasta principios de este siglo”. En los paneles dedicados a las mujeres mineras se muestra que eran tratadas como menores de edad y a mayores, su sueldo era la mitad que el de los hombres.
Repasando los nombres, vemos como Justina González (1903) fue la primera médica, odontóloga y pediatra de León y tuvo su propia consulta, no queriendo trabajar para otros. Eva González Quevedo (1918), que según Martínez puede ser considerada sin ningún género de dudas como nuestra Rosalia de Castro atendiendo a la defensa y promoción del paḷḷuezu, variante occidental del asturleonés, no es tan conocida como merece. Otra de las mujeres que marcó un hito y que lamentablemente es una gran desconocida es Ángela Ruíz Robles (1895), ya que fue la precursora del libro electrónico gracias a su invento, la enciclopedia mecánica y creadora de un atlas científico gramatical. Una quinta suya, Cándida Cadenas, fue pionera en la pedagogía de la educación física. Por su parte, Delia Hidalgo (1910) fue la primera mujer farmacéutica al frente de una botica en España y Margarita Alexandre (1923) triunfó como actriz, directora y productora de cine y teatro.
Respecto a la parte del carbón, Teresa García Fernández (1843) es considerada la primera minera leonesa, al menos, que se tenga constancia de ello. Martínez indica que gracias al archivo documental del Museo de la Minería y la Siderurgia de Sabero tenemos esta información, aunque lógicamente pueden aparecer nuevos documentos. Otros murales están dedicados a las mineras, centrándose en las que trabajaban en la línea de baldes desde Almagarinos hasta Brañuelas en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado y en la labor de las mineras atendiendo al escogido y el lavado de carbón. Cierra la exposición Noemí Sabugal (1979) atendiendo a su obra Hijos del carbón, un recorrido por todas las cuencas mineras de España.
Sabina López Albillos, que junto a Noemí es la responsable de los textos, se preguntaba en su época de estudiante tanto en el instituto como en Historia del Arte: “¿Por qué solo hay hombres?”. Para añadir que “más adelante, por fin empezaron a aparecer nombres de mujeres, pero en un anexo, como si fuesen de una especie diferente. Queda mucho por hacer, mucho”, finaliza Sabina. Destacar que cada panel lleva una ilustración de Miguel Ángel González Martínez, un estudiante de dieciséis años muy implicado en divulgar el papel de la mujer atendiendo a su lucha laboral y social.
Sara García, entre sus muchas frases destacables, pronunció esta: “Por fin hay mujeres en las que las niñas pueden mirarse. Llevar esa tarea es una maravilla”, y en palabras de Noemí y Sabina, ese es uno de los principales objetivos de esta exposición, que las niñas vean que si estas mujeres pudieron, ¿por qué no van a poder ellas?.