Pilar Aguilar Carrasco: “Los hombres hacen más un cine 'de hombres' que las mujeres cine 'de mujeres'”

Pilar Aguilar Carrasco

Abel Aparicio

Una de las máximas que se tienen sobre el cine o las series es que sirven para entretener. Algunas veces, quizá las menos, las visualizamos para aprender, conocer o profundizar sobre un tema. Mientras hacemos esto, vemos lo que ocurre en la pantalla y, queramos o no, lo asimilamos, al menos en parte. Pueden ser mensajes inocentes, que desde nuestra infancia se nos cuelan sin que nos paremos mucho a analizarlo. La Bella y la Bestia es un ejemplo de ello. Otro género fueron las películas del oeste, Dos mulas y una mujer es un ejemplo de ello. Más recientemente se proyectaron sagas como Crepúsculo.

Para analizar este tema en profundidad hablamos con Pilar Aguilar Carrasco, licenciada en Filología Moderna, en Ciencias de la Educación y en Ciencias Cinematográficas y Audiovisuales cuyo libro 'El papel de las mujeres en el cine' es toda una referencia.

Vemos que el cine o la televisión, si se me permite, nos intentan educar desde nuestra infancia. Muchos vimos películas de Disney sin pararnos a analizar lo que ocurría de fondo. ¿Es ahí dónde empieza parte del problema?

Bueno, digamos que la mayoría los relatos —audiovisuales o no— reflejan la ideología dominante, que es patriarcal. Pero, ciertamente en nuestro mundo actual, la ficción audiovisual es la forma de relato más potente y es la que más impacta y, por lo tanto, la que más influye no solo por su preponderante y mayoritaria presencia sino también y además, porque su lenguaje es poderoso y habla, ante todo, a las emociones.

Una buena amiga me comentaba el otro día que hay películas que se notan a la legua que están escritas por hombres. En tu libro, ‘El papel de las mujeres en el cine’ analizas esos datos…

Sí, cierto. Aunque las mujeres del audiovisual llevan años luchando denodadamente por abrirse paso y han conseguido grandes avances, siguen siendo minoría. Y, ello origina un doble problema: 1. Falta de igualdad. 2. Distorsión de la mirada difundida mayoritariamente que aparece sesgada y no refleja la realidad.

Una de las preguntas que te haces en ese libro es, ¿hacen las mujeres “cine de mujeres”?

Las mujeres no “hacen cine de mujeres” en el sentido en el que suele entenderse. O sea, no hacen un cine dedicado solo a mujeres ni su mirada es parcial o tendenciosa. De hecho, en realidad, los hombres hacen más un cine “de hombres” que las mujeres cine “de mujeres”. Es decir, las películas y ficciones dirigidas o guionizadas por mujeres dan mayor cabida a personajes masculinos y los tratan mejor, con más matices, de lo que las ficciones dirigidas o guionizadas por hombres lo hacen con los personajes femeninos.

Otro punto que analizas con detenimiento son los estereotipos de las mujeres en el cine. Las más de las veces, hipersexualizadas.

Pues sí, siempre digo que si los extraterrestres, antes de visitarnos y a fin de hacerse una idea previa de cómo somos, vieran ficciones audiovisuales, al aterrizar se quedarían pasmados comprobando que en la tierra hay tantas mujeres como hombres y que las primeras son muy variadas y no todas jóvenes. O, dicho de otra manera: es mucho, pero mucho más frecuente ver actores como Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Luis Tosar protagonizando films y series que ver a actrices que no sean guapas y jovencitas. La tiranía de la belleza es muy dura con las mujeres en general y con las actrices en particular.

Las mujeres entre si se pelean, se llevan mal y es mejor trabajar o tratar con hombres. Este falso mito caló muy hondo.

Cierto, entre otros mitos que nos cuentan las ficciones, figura ese: las mujeres se llevan mal. En muchas películas nunca aparecen dos mujeres hablando entre sí, apoyándose, mostrándose interés y afecto. O sea, contradicen la realidad que vivimos las mujeres, pues todas tenemos madre, hermanas, amigas, colegas y entre nosotras hablamos, nos relacionamos de las más diversas maneras y nos ayudamos.

Las actrices tienen que ser guapas según los cánones más tradicionales, sin embargo, los actores no. Los vemos a ellos, con cincuenta años, haciendo de pareja de mujeres de treinta, incluso menos. En películas como ‘Mogambo’ dos mujeres, directamente, se disputan el amor de un hombre. 

Sí, las “disparejas”, como yo las llamo, son muy frecuentes. Sin ir más lejos, en ‘Todos dicen I love you’, Woody Allen se empareja con Julia Robert (a la que, además, le lleva 32 años…).

Hay una película que puede resumir muy bien gran parte de lo que tratas y explicas en tu libro. ‘Pretty Woman’. Háblanos un poco de ella.

Sí, es una película bien hecha (y de ahí su eficacia narrativa) pero cuyo mensaje es absolutamente detestable. Un canto fantasioso a la prostitución convirtiéndola en un maravilloso cuento de hadas. Pero, analizar el film me llevaría varias páginas, remito, pues, a mi libro ¿Somos las mujeres de cine? Prácticas de análisis fílmico que, como está agotado, puede leerse en mi blog, pilaraguilarcine.blogspot.com.

Las mujeres de verdad tienen curvas’, ‘Sufragistas’ o ‘Erin Brockovich’ son películas que mencionas. ¿Estamos avanzando aunque sea lentamente?

Estamos avanzando, sin duda. Así lo señalan las estadísticas: cada vez hay más realizadoras y más guionistas y también aumenta la presencia de personajes femeninos.

En materia de cine. ¿Qué le pedirías a las y los gestores públicos con competencias en la materia?

Pues, como decíamos anteriormente, la lucha de las cineastas ha conseguido corregir disparates que hasta hace poco se consideraban “normales”, por ejemplo, ha conseguido que los jurados de los festivales se compongan con un número equilibrado de mujeres y hombre. Con todo, siguen sin atenderse otras reclamaciones, tales como que los fondos públicos y las ayudas tengan en cuenta la desigualdad estructural de las mujeres y la palíen. Así, por ejemplo, se dan ayudas especiales para películas filmadas en lenguas oficiales minoritarias y no se dan, sin embargo, para proyectos impulsados por mujeres cuando se sabe que ellas encuentran muchas más dificultades. 

Para terminar, recomiéndanos una película y una serie recientes.

Me resulta difícil recomendar alguna porque los gustos son muy personales. Y porque, además, si recomiendo alguna va a parecer que es “lo más de lo más” y tampoco suele ser así. No todo es blanco o negro. Los films y series suelen situarse, más bien, en una escala, entre espantosamente machistas y films decididamente feministas. Yo recomendaría, de entrada, las series y películas protagonizadas por mujeres. Pero, solo de entrada, ojo, porque no es ni mucho menos oro todo lo que reluce. O sea, a veces, encontramos personajes femeninos protagonistas construidos como un muestrario de machismo y misoginia.

Y recomendaría las obras de las mujeres cineastas españolas porque tenemos que apoyar su trabajo. Y la manera que tiene el público de apoyar es visionando esas creaciones.

 

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