Los ‘diaños’ y ‘diañas’ del Entroido berciano ponen el broche final al carnaval de Ponferrada

Laura Sánchez / Agencia ICAL

Los ‘diaños’ y ‘diañas’ volvieron a salir esta tarde a las calles de Ponferrada, acompañados de su particular comitiva de personajes, como el burro que lleva a lomos al muñeco de trapo, y que protagonizan el Entroido Berciano, la recreación del carnaval más tradicional de la mano del grupo folclórico cultural Alegría Berciana.

Aunque esta recreación abre habitualmente las celebraciones carnavaleras de la capital del Bierzo, en esta ocasión las cerrarán, en este Sábado de Piñata, después de que la cita se cancelase el pasado fin de semana debido a la lluvia.

Alegría Berciana no quiso faltar a la cita y de nuevo recorrieron las calles de la ciudad, vestidos con sus ‘harapos y farrapos’ de colores, en un desfile diferente en el que no faltan las pequeñas ‘gamberradas’ a los ciudadanos con los que se encuentran a su paso, desde la explanada del Museo del Ferrocarril hasta la plaza del Ayuntamiento, donde acabará la fiesta con la tradicional quema del muñeco.

El sonido de las carracas, los cuernos, los cencerros y las gaitas acompañaron a la comitiva, que lanza plumas o cáscara de huevos a su paso, con la intención de divertir a los ponferradinos, a los que piden siempre “paciencia y buen humor”. “La gente lo entiende y siempre hay una sonrisa”, dice el portavoz de Alegría Berciana, Rafa Busto.

Este Entroido Berciano se basa en el texto escrito en el año 1833 por Antonio Fernández y Morales, titulado ‘Ensayos poéticos en dialecto berciano’ en el que se describe cómo era la fiesta más pagana en el Bierzo en aquel momento, especialmente en la zona de Cacabelos. Con la quema final del muñeco se queman los malos “augurios” para recibir el tiempo de Cuaresma, antes de la llegada de la Semana Santa.