El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada advirtió este jueves de que el rechazo, en Pleno, de la normativa para la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad no supondrá eliminarla sino no que traerá como consecuencia la aplicación de la normativa general redactada por Europa, que será más restrictiva y tratará a Ponferrada como si tuviera la misma contaminación que Madrid o Barcelona.
Así lo aseguró este jueves la segunda teniente de alcalde, Lidia Coca, quien quiso dejar claro a Vox que ellos no han acabado con la ZBE porque Ponferrada ya está inmersa en ella desde que el gobierno socialista de Olegario Ramón metió a la capital del Bierzo en ese proyecto. “No hay debate porque solo hay una realidad. La ZBE comenzó en 2021 cuando Olegario Ramón metió a la ciudad en ese lío. La portavoz de Vox, Patricia González, debe entender que no ha quitado nada porque ya estamos dentro. Problema: se va a perder una subvención pero la ZBE va a seguir porque se va a aplicar una norma comunitaria”, explicó Coca. “Ponferrada va a tener una ZBE restrictiva que va a considerarla como si fuera Madrid, como si tuviésemos una contaminación tremenda”, añadió.
Coca explicó que desde que entraron en el gobierno municipal se pusieron a trabajar para cambiar la ordenanza que había dejado hecha el PSOE por una norma más laxa que no perjudicara a comercios y hosteleros del centro de la ciudad, para lo cual realizaron numerosas consultas a expertos, técnicos y funcionarios. “Queríamos conseguir transformar el problema en una norma que no afectase a comercios y hosteleros del centro, abrirlo. Patricia González lo cerró porque ahora se aplicará la norma más estricta”, aseguró.
La otra consecuencia del rechazo de PSOE y Vox a la ordenanza será la devolución a Europa de 2,4 millones de euros que llegaron para esta ZBE. “El reglamento general de subvenciones dice que hay que cumplir con el objeto y, en este caso, dice que hay tener reglamento y ordenanza. Se incumple el objeto. Pues habrá que devolver ese dinero. Estamos analizando las consecuencias, pero vamos a trabajar para que esto no influya en los ponferradinos. No puede ser que el señor Ramón pretenda que en cinco minutos analicemos unas alegaciones presentadas en el Pleno. Tiene demasiado ego para pensar en los ponferradinos”, denunció.
En cuanto a la portavoz de Vox, Coca dijo que “la señora González ni es de Ponferrada ni le importa Ponferrada. Nosotros queríamos una ciudad abierta, con un comercio con futuro pero estos señores quieren poner piedras en el camino. Han hecho un daño tremendo”.
Por su parte el concejal de Comercio, David Pacios, desveló que Ponferrada cuenta con sensor de contaminación desde Semana Santa en la Plaza Lazúrtegui, en el centro de la ciudad, donde más tráfico circula. Apuntó que en dos meses nunca se han superado los límites de los contaminantes que Europa obliga a medir, por lo que censuró que el PSOE metiese a Ponferrada en este proyecto de ZBE, planteado para municipios de más de 50.000 habitantes. “De las 151 ciudades que tenían que acogerse a la ZBE solo 14 se han sumado. Entre ellas están Madrid, Barcelona, Sevilla, Córdoba o Coruña. ¿Qué tiene que ver Ponferrada con todas ellas? Nada. Actuaron sin criterio técnico. Solo pensaron en los votos que podían captar en el centro con las obras”, denunció Pacios. “Hay unas directrices que hay que tener en cuenta para redactar la ordenanza y no se tuvo en cuenta nada. No hay estudios previos sobre los orígenes de la contaminación. No existe análisis de impacto social y económico y consecuencias de comercios y hosteleros. El Ministerio de Transición Ecológica creó esas directrices y Ramón no tuvo en cuenta ninguna de ellas”, añadió el edil.
Por último, Coca y Pacios aseguraron que a día de hoy están centrados en el análisis de las consecuencias de esta votación en contra y no en sentarse a negociar con el PSOE y Vox.