La denuncia sobre la pista forestal abierta en una zona de protección del urogallo suma ya a tres colectivos

Pista forestal denunciada por Filón Verde

Agencia ICAL / Redacción ILEÓN

Tres asociaciones conservacionistas del medio ambiente solicitaron a la Junta de Castilla y León que detenga “urgentemente” las prácticas selvícolas de roza de matorral, realizadas en áreas críticas para el urogallo cantábrico como el Alto Sil leonés, porque están contribuyendo al declive de una especie que se encuentra en peligro de extinción. La solicitud se produce a renglón seguido de la denuncia pública adelantada por ILEÓN de Filón Verde, a la que se suman la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica y Geotrupes, al respecto de la construcción de una pista forestal en montes de Cuevas del Sil y Matalavilla, sobre la que ya han informado a responsables de las administraciones autonómica y central.

Según informaron en un comunicado remitido a Ical, las tres asociaciones solicitaron a la Junta los informes técnicos en los que apoyan sus recientes actuaciones de roza de matorral en ocho enclaves que constituyen una importante porción de los últimos reductos en los que aún sobrevive la especie del urogallo cantábrico.

Y es que, según denuncian las tres organizaciones ambientalistas, a lo largo de las dos últimas décadas la Junta de Castilla y León “ha promovido la eliminación de más de un centenar de hectáreas de matorral y sotobosque en zonas clave para la conservación del urogallo, incluyendo áreas críticas” que suponen la destrucción de numerosas áreas de matorral “de gran importancia para esta y otras especies, incluyendo piornales de 30 años de edad y más de cinco metros de altura”.

“Este tipo de actuaciones”, continúa el comunicado, “están contempladas, sorprendentemente, en el Plan de Recuperación del Urogallo en Castilla y León y se basan en el Manual de Conservación y Manejo del Hábitat del Urogallo Cantábrico”, pese a que dichas actuaciones selvícolas “se basan en especulaciones carentes de un fundamento científico de respaldo” y “no contribuyen a esa pretendida conservación del hábitat sino, más bien, a destruirlo”.

“Fracaso en la gestión”

Además, las organizaciones apuntan que el plan de recuperación “indica que el cumplimiento de sus objetivos debe ser evaluado periódicamente y revisado cada seis años” mientras que, sin embargo, “ya han transcurrido 13 años desde su publicación y ni se han publicado las dos revisiones indicadas en el propio plan ni se ha efectuado la evaluación del cumplimiento de sus objetivos”, dentro de un periodo en el que “la población de urogallos no ha parado de disminuir y su área de distribución se ha ido reduciendo en paralelo”.

Por ello, y ante la “evidencia clara de fracaso en la gestión”, las tres organizaciones conservacionistas solicitan a las administraciones implicadas que “detengan urgentemente estas actuaciones en el hábitat del urogallo y elaboren un nuevo plan de recuperación de la especie, basado en el mejor conocimiento científico disponible”.

 

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