La asociación de alojamientos rurales, restauradores, artesanos y promotores de actividades turísticas en la comarca de El Bierzo Atudebial rechaza de manera tajante los parques eólicos que promueve construir la multinacional Repsol en la Sierra de Gistredo y Alto Sil. El colectivo asegura que “chocan” con su forma de entender el desarrollo del turismo rural y el cuidado del medio ambiente.
El colectivo ha defendido este jueves, a través de un comunicado, la necesidad de resaltar los atractivos culturales, gastronómicos, ambientales, arquitectónicos y naturales de la comarca, y acabar con “las secuelas de décadas de proyectos depredadores, especialmente aquellos vinculados a la minería del carbón, que aún perduran en la memoria colectiva del territorio”.
Añaden que la instalación de aerogeneradores representa un nuevo ejemplo de “visión miope que prioriza beneficios inmediatos a expensas de recursos que debemos conservar y transmitir intactos a las futuras generaciones”, lo que exige un desarrollo de energías limpias que respete la biodiversidad.
“Desde nuestra perspectiva vinculada al Turismo Rural y la naturaleza, observamos con alarma y gran preocupación este proyecto, que implicará la destrucción de hábitats naturales y paisajísticos en miles de hectáreas, en una zona virgen que alberga especies únicas como el oso y el urogallo, montañas tan emblemáticas como El Catoute y El Valdiglesia o símbolos de identidad de la zona como las brañas”, afirma la asociación, que cree que estas instalaciones son incompatibles con el desarrollo del turismo.
“Las comunidades que habitan cerca de estos parques han manifestado su inquietud por los efectos negativos que estos generan, particularmente en lo que respecta a la contaminación visual y acústica. En el caso del pueblo de Quintana de Fuseros, que forma parte del municipio de Igüeña, se estima que la población podría estar expuesta a un nivel de ruido constante de 35 decibelios, cifra que supera considerablemente el límite de 20 recomendado por los especialistas para garantizar un adecuado descanso nocturno”, explican.
Los aerogeneradores también afectan al paisaje “convirtiendo espacios rurales en zonas industriales”. “Un ejemplo de ello es la línea de evacuación de alta tensión proyectada en el corazón del Valle del río Primout, un verdadero tesoro y santuario natural de la Sierra de Gistredo, cuya necesaria implica una gran tala de árboles y grave alteración del ecosistema en más de 1.600 hectáreas de terreno”. A esto se añade el daño de las luces intermitentes de seguridad que contribuyen, dice Atudebial, a la contaminación lumínica.
“En investigaciones sobre el efecto de los parques eólicos en una amplia muestra de individuos que recientemente alquilaron viviendas, se observó que más del 50 por ciento de ellos manifestó que no volvería a arrendar la propiedad si tuviesen que convivir con los aerogeneradores. O que decir de la alerta que ha hecho La Coordinadora de Estudios Eólicos que habla de una devaluación de las viviendas en poblaciones cercanas a parques eólicos casas en un 30 por ciento”, explican. “Por otra parte, ¿acaso en aquellas otras poblaciones del Bierzo donde llevan años instalados parques eólicos, como Boeza o Pobladura de las Regueras ha redundado en un aumento de la población?”, preguntan.
La asociación vaticina un descenso del turismo si sale adelante el proyecto. “Este tipo de turismo, sostenible y de calidad, está profundamente arraigado en el paisaje y la cultura local, y ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años, alcanzando niveles óptimos de ocupación y satisfacción entre los visitantes. Actualmente, en los pueblos del Bierzo Alto se ofrecen alrededor de 300 plazas de alojamiento rural, lo que puede traducirse en aproximadamente 30.000 pernoctaciones anuales. A menudo, estas cifras son subestimadas en el ámbito político, sin reconocer el impacto positivo y multiplicador que tienen en la economía local de nuestra zona rural”.
Por último aplauden la oposición del Ayuntamiento de Páramo del Sil y la “valentía” de su alcaldesa, Alicia García, para defender los intereses de su municipio.
El plazo de alegaciones todavía está abierto
El plazo de alegaciones empezó a contar el pasado 30 de diciembre y está abierto hasta el martes 11 de febrero. Durante ese periodo se puede presentar oposición ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico con el número de expediente PEol-899ac.
Las alegaciones al proyecto deben enviarse a la Dirección General de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico, responsable de dictar las resoluciones de autorización administrativa previa de las instalaciones. corresponde a la Dirección General de calidad y Evaluación ambiental, del mismo ministerio, formular la declaración de impacto ambiental.
El proyecto está disponible en web de la Delegación del Gobierno en castilla y León, apartado 'Proyectos, campañas e Información“' epígrafe para los 'Procedimientos de Información Pública', así como presencialmente en el Área de Industria y Energía de la Subdelegación del Gobierno en León, sita en avenida de asturias, número 4, 24008, León. Se pueden formular las alegaciones en el referido plazo a través del Registro Electrónico de la administración General del Estado o de forma presencial en la Subdelegación del Gobierno en León en su registro. La consulta presencial requerirá solicitar cita previa llamando al teléfono 987 96 90 88, en horario de 9h a 14h, o enviando un correo electrónico a industria.leon@correo.gob.es.