El Bierzo pide a la Junta una 'amnistía' para su viñedo viejo que la administración instiga a arrancar

Viñas de Nacho León, para su proyecto Demencia.

Elisabet Alba

La Junta de Castilla y León no tiene actualizado el registro de viñedo de una de sus nueve Denominaciones de Origen de vinos de la comunidad y una de las dos que conviven en la provincia de León, la del Bierzo. Y en las últimas semanas ha empezado a enviar cartas a los productores para que lleven la documentación legal del viñedo a la delegación territorial de Ponferrada para cumplir con la regularización que le exigen desde Europa, o arrancarlas.

La administración autonómica está instigando a los productores de vino de la comarca a que arranquen unas cepas que en buena parte no tienen papeles porque estaban antes que la legislación vigente. Por eso, Nacho León, viticultor e impulsor de la plataforma El Bierzo Fuera de Serie ha decidido unir a los pequeños viticultores como él para exigir a la Junta una 'amnistía' para el viñedo viejo berciano, patrimonio paisajístico, etnográfico, económico y de calidad de la comarca.

La Consejería de Agricultura, en manos de Vox gracias al pacto con el PP de Alfonso Fernández Mañueco, no ha desmentido este punto a este medio. “El arranque de viñedo en ningún caso es obligatorio. Es simplemente una opción que tienen los propios productores y queda a su libre elección hacerlo o no”, han trasladado literalmente a eldiario.es.

No obstante, aunque no obliguen, lo van trasladando por correo postal productor a productor, habitualmente gente muy mayor, a la que ofrecen en contraposición “ayudas para modernizar los cultivos”. O lo que es lo mismo, 'arranca tu viñedo viejo sin documentos oficiales y planta una viña nueva'. Poco o nada parece importarle a la Consejería de Vox que muchas de esas cepas viejas que 'no obliga' pero sí anima a sustituir por otras nuevas son el carácter, la historia y en buena medida la calidad y reputación de los vinos del Bierzo. En su opinión, “es el propio mercado quien debería primar y pagar más el viñedo antiguo, si no, los propios viticultores son los más interesados en modernizarlos”.

La DO Bierzo suma unas 2.100 hectáreas de viñedo de las cuales todavía más de la mitad son viñedo viejo. La avanzada edad de los titulares del viñedo, el cambio generacional, el abandono del campo y las titularidades de viñedo que se pierden con ello se están traduciendo inevitablemente en un abandono de las viñas que provoca que año a año se pierda superficie de producción. Que la Junta, además, anime a arrancar el viñedo viejo añade un 'enemigo' más a un caldo de cultivo ya complicado.

“Lo que pedimos es una excepcionalidad a la administración, que entienda la realidad de la comarca. Son viñas muy antiguas pero sin papeles porque se han ido comprando y vendiendo a lo largo de los años con contratos legales pero verbales, no documentales, que no constan en los registros”, subraya Nacho. Hacer una tabla rasa y documentar sobre el terreno parcelas de poco después de que la filoxera arrasara prácticamente con todo, plantadas a principios del siglo XX y que se concentran, sobre todo, entre los municipios de Cacabelos y Villafranca del Bierzo.

“Esas cepas ya están adaptadas al clima del Bierzo, que es muy mágico, y que por su situación geográfica y su clima hay años que dan añadas atlánticas, otras mediterráneas y otras un poco continentales. Tiene muchos contrastes”, explica, añadiendo que esa 'sabiduría' de las plantas centenarias permite también utilizar menos químicos para la producción de la uva.

No tener una viña 'documentada' a ojos de la administración prohíbe expresamente vender sus uvas dentro y fuera de la Denominación de Origen, porque es como si no existieran. Para luchar contra ello, El Bierzo Fuera de Serie iniciará una recogida de firmas que se propone llevar ante Agricultura.

Defender y visibilizar “la riqueza” del Bierzo

Nacho León, vallisoletano del Paseo Zorrilla, llegó al Bierzo hace dos décadas para hacer vino, después de formarse en la cuna española de la viticultura, La Rioja. Su pequeño proyecto, Demencia, ha ido creciendo en este tiempo. Trabaja las viñas que le ceden y alguna que ha ido comprando con los años, casi todas ubicadas en la pedanía de Valtuille, algunas de 1905 otras de 1910 y otras más recientes. Exprime las uvas que fermenta en su bodega en Toral de los Vados, y tiene una producción de unas 15.000 botellas por añada.

Lo suyo es hacer vino 'de guarda', al estilo Borgoña o Burdeos, con maduración en barrica de roble y acabado en botella. Una elaboración en ecológico, que confía en el terruño y la comunicación de las plantas que lo habitan, la llamada agricultura regenerativa en la que se sigue formando.

“Yo no soy enólogo, soy ingeniero agrónomo”, cuenta, pero desde el principio puso todo su empeño en hacer vino. Y también en divulgarlo y acercarlo a la gente. Porque beber vino ya no es elitista. Impulsor del Festival Estival Demencial (FED), que primero se celebró en un conocido bar de la zona alta de Ponferrada para después dar el salto al Castillo de los Templarios de la capital del Bierzo, dejó de organizarlo porque catar vinos de bodegas diferentes puntos de España que conseguía llevar pasó a un segundo plano.

Vocal en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, hace tan solo unas semanas celebró el nacimiento de El Bierzo Fuera de Serie, una jornada no solo de degustación sino también de formación para colocar al Bierzo, y “la riqueza” que le aportan sus vinos, en el lugar que se merece.

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