¿Por qué una calle a Adolfo Suárez y no una a las víctimas del franquismo?

Miguel Cuellas, Manuel Moreno y Robustiano Arias.

Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) lamenta que el consistorio ponferradino haya inaugurado una calle llamada '5 de junio de 1945' que debería estar dedicada a las víctimas bercianas de la represión franquista, a las que el ayuntamiento tiene marginadas del callejero de la ciudad. “Hablar de las fechas y no de las víctimas es una forma de poner un tupido velo delante del drama que vivieron cientos de familias bercianas”, han declarado desde la asociación.

A juicio de la ARMH, la calle '5 de junio de 1945', “que parece nacida como para pasar desapercibida, puede llevar a confusión, ya que esa fecha, según los historiadores, puede hacer mención a muchos hechos históricos como la ilegalización del Partido Nacional Socialista Alemán (NSDAP), es decir, el partido nazi de Adolf Hitler. O acaso la asunción por parte de la Comisión de Control Aliada del gobierno de Alemania, dividiéndola en cuatro zonas de ocupación”.

“Columbrianos es una zona de paso del camino de Santiago donde cientos de peregrinos transitan cada año, puede darse la casualidad de que algún caminante alemán se dé por aludido y vea que en la población berciana se han preocupado por la historia de su país. También puede reparar en que con actos de este tipo, bautizando calles eufemísticamente, se intente tapar parte de la historia del país por donde camina, y concretamente los nombres de las personas que padecieron la represión física de una dictadura, llámese la dictadura franquista en El Bierzo”, han añadido desde la asociación.

Lo más sorprendente para la ARMH es el acuerdo adoptado por parte del consistorio (No Adscritos e IAP) con el PP para nombrar un espacio en homenaje a Adolfo Suárez, miembro de la secretaria general del Movimiento durante la dictadura franquista y uno de los valedores de la llamada Ley de Amnistía, principal impedimento para que las víctimas del franquismo obtengan justicia.

Según el historiador berciano Alejandro Rodríguez, voluntario de la ARMH, el 5 de junio de 1945, en Columbrianos, cuatro hombres y una mujer, fueron asesinados por fuerzas del Ejército y de la Guardia Civil. “Cinco personas que tenían nombres y apellidos: Miguel Cuellas Gómez, Robustiano Arias Carujo, Manuel Moreno Casado, Catalina Martínez Núñez y Pedro García Tirado. Cinco demócratas que decidieron resistir frente a una dictadura implantada con la legitimidad de un golpe de Estado fracasado y la victoria militar en una guerra provocada por quienes no asumieron la victoria electoral de febrero de 1936”, han detallado las mismas fuentes a través de un comunicado.

“Los tres primeros hombres, junto a Catalina – mujer que los protegía en su casa- fueron arrojados a una fosa común a la entrada del Cementerio de Columbrianos. Pese a todo el esfuerzo de sus descendientes, arropados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), desgraciadamente, los restos no pudieron ser recuperados”.

“Miguel Cuellas Gómez, Robustiano Arias Carujo, Manuel Moreno Casado, Catalina Martínez Núñez y Pedro García Tirado, pertenecían a la Federación de Guerrillas de León-Galicia, primera organización de resistencia que se había creado en España tras el ”final“ de la Guerra Civil, una organización unitaria, pluripartidista, que pretendía, al igual que hacían sus homólogas en buena parte de Europa, liberarse del fascismo que había conquistado el poder a base de violencia. Allí, en Columbrianos, tenían un punto estratégico, como era la sede de la primera de una de las cuatro agrupaciones en las que se llegó a dividir, agrupando a un gran número de guerrilleros de buena parte de Galicia y El Bierzo. Con esta caída, que ha pasado a la historia como ”la caída de Columbrianos“, comienza a vislumbrarse el final de esta organización, ya que esto derivó en el procesamiento de 125 enlaces de nuestra comarca y de Valdeorras, cortando de facto las comunicaciones entre Ponferrada y O Barco de Valdeorras a través de la antigua N-VI. Este hecho, que sigue pasando inadvertido a buena parte de los bercianos, hay que comprenderlo como lo que es, como el comienzo del fin de una resistencia contra quienes habían usurpado el poder de manera violenta en julio de 1936, aquellos que habían sembrado de cadáveres buena parte de las carreteras bercianas y que vieron así, una vez más, reafirmado su poder a partir del uso de la violencia contra la población civil”.

Según explican desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, en 1936, nueve años antes, la población de Columbrianos ya perdió otro gran número de vecinos, personas que algunas habían sido elegidas democráticamente con el único fin de mejorar las condiciones de vida de sus propios vecinos. “Son los padres y madres de nuestra democracia, la primera que existió en España, y ni una triste placa los recuerda. Ni en su pueblo, ni en la cuneta de Cabañas de la Dornilla donde los asesinos de la libertad decidieron acabar con sus vidas. Ni una sola calle que recuerde a estos vecinos, también con nombres y apellidos”.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) lleva años reclamando calles nominales y espacios de memoria con nombres y apellidos, hay más de 700 bercianos y bercianas que deberían tener su propia calle o por lo menos un memorial en condiciones. Desde el año 2004 la ARMH ha reclamado calles para el último alcalde republicano, Juan García Arias; o para Jerónima Blanco y su hijo Fernando Cabo. Hasta ahora sin respuesta por parte del Consistorio Ponferradino.

“Parece que con este tipo de actos, sean las víctimas del franquismo los que tienen que amparar al político que dirige la administración, en vez de ser la administración la que ampare a las víctimas del franquismo”, han finalizado en el mismo comunicado.

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