Conforman un frente vecinal contra el proyecto de planta de biogás del grupo Lamelas Viloria en Castropodame

Ayuntamiento de Castropodame.

Redacción EL BIERZO

Vecinos del municipio de Castropodame unen fuerzas en contra del proyecto de planta de biogás promovida por el grupo Lamelas Viloria en terrenos del municipio berciano. Y lo hacen, apenas diez después de la publicación en el Bocyl (Boletín Oficial de Castilla y León) de la solicitud de autorización ambiental, integrándose ya en la plataforma nacional Stopbiogás que se manifestó el pasado domingo en Madrid para exigir una legislación responsable sobre este ámbito. Paralelamente, la alcaldesa de Castropodame, la socialista Josefa Álvarez, se ha desmarcado de la iniciativa empresarial al remarcar en un bando que el Ayuntamiento ha emitido un informe de “compatibilidad urbanística negativo” y ya prepara alegaciones.

“Queremos hacer saber al grupo empresarial, así como a las administraciones locales y a la propia Junta Castilla y León, que no vamos a permitir que ni en Castropodame ni en El Bierzo se nos convierta en tierra de sacrificio”, expone el frente vecinal en un comunicado en el que reconoce su sorpresa por la presentación de un proyecto que, según su versión, tendría “afecciones sobre la calidad del aire y las emisiones acústicas” en las localidades de Villaverde de los Cestos, Castropodame, Almázcara, Calamocos, Matachana, San Miguel de las Dueñas,Turienzo Castañero,Cobrana, Congosto, Bembibre, San Román de Bembibre. “Los fétidos olores no distinguen de fronteras, los dispersan los vientos dominantes”, alerta al citar un listado que incluye pueblos de tres municipios: Bembibre y Congosto, además del ya citado de Castropodame. “El propio proyecto reconoce de forma implícita la cercanía de la planta a algunos núcleos de población y reconoce que puede perjudicar de forma grave a los habitantes de ellas y con absoluta falta de empatía y desprecio indican que son entornos muy poco poblados”, añade sin dejar de subrayar que “los puestos de trabajo ofrecidos para trabajar en el estercolero son cinco puestos directos”.

Los vecinos lanzan una catarata de advertencias en modo de argumentos para justificar su rechazo al proyecto: “Que no vamos a convivir entre pestilentes olores de basura orgánica, lagunas de estiércol y purines, lodos de depuradora, residuos de mataderos y de industrias alimentarias, que no vamos a vivir entre depósitos de restos cadáveres de animales en ocasiones llenos de hormonas y antibióticos porque han muerto enfermos. Que no vamos a convivir rodeados de plagas de insectos y roedores ni nos van a condenar al tráfico masivo de camiones para traer a nuestras tierras 200.000 toneladas anuales de este tipo de residuos orgánicos. Que no vamos a soportar ruidos infernales por el transporte de entrada y salida de camiones durante 14 horas diarias más el ruido de la planta en producción 365 días al año 24 horas al día”.

Asimismo, reconocen estar “preocupados” por “la saturación” de proyectos de “industrias contaminantes” en la zona en un breve espacio de tiempo. Tachan de “lavado de cara del biogás como algo sostenible” para a renglón seguido avisar de que “cuando se hace en proyectos de estas dimensiones e invadiendo los pueblos no es más que una injusticia ambiental y social que solo beneficia a las grandes corporaciones energéticas y a los grandes fondos de inversión a la caza de subvenciones para enriquecerse acosta de sufrimiento, empobrecimiento y devastación de los pueblos”.

Con estas premisas y a la espera de reforzar sus argumentos con el estudio del proyecto, el movimiento vecinal anuncia el comienzo de una recogida de firmas con el fin de que la ciudadanía presente alegaciones en contra de la planta de biogás (el plazo es de 30 días hábiles a partir del pasado 10 de septiembre) poniendo a su disposición el correo electrónico alertabierzo@gmail.com.

Tras aclarar que el proyecto ni es promovido por el Ayuntamiento de Castropodame ni se pretende desarrollar en terrenos públicos, la alcaldesa asegura que es incompatible con las normas urbanísticas municipales, tal y como señala en un bando en el que afirma que desconocía que su tramitación seguía adelante hasta consultar la solicitud de autorización ambiental en el Bocyl.

El Ayuntamiento de Castropodame, apunta su regidora en el mismo bando, ha puesto en manos de un “técnico competente” la “realización de alegaciones a la planta” que pasarán al pleno municipal para ser aprobadas y remitidas. Al tiempo, anima a los vecinos a sumarse a esas alegaciones “firmando el documento correspondiente”.

Josefa Álvarez aprovecha el bando para hacer una aclaración y una advertencia. La primera es que “las quejas que se están enviando al Ayuntamiento tanto por sede electrónica como por correo electrónico no sirven absolutamente de nada, puesto que deben realizarse en formato alegación conforme es debido”. Y la segunda es que “este Ayuntamiento tomará acciones legales contra aquellas personas que están difamando a esta entidad con injurias y calumnias”. 

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