El bar abierto más antiguo de Ponferrada, obligado a prolongar ‘El Recreo’ por el coronavirus

Cuando en el último tercio del pasado año el bar abierto más antiguo de Ponferrada se vio abocado a cambiar de local, su propietario, Miguel Ángel Palla, pensó aprovechar el puente de diciembre ya en el nuevo emplazamiento. Los denominados alquileres de la renta antigua acabaron con el establecimiento original en la céntrica calle Gómez Núñez, las siempre farragosas obras se complicaron para variar los planes originales y ahora la crisis del coronavirus ha obligado a cerrar sus puertas sólo un día después de la inauguración de sus flamantes instalaciones en el Barrio de los Judíos. El Recreo, abierto desde 1948, se prolonga más de lo previsto.
El 22 de noviembre se puso punto final a más de 70 años de historia hostelera en el centro de Ponferrada con el cierre de su bar abierto más antiguo. No era un adiós, sino un hasta luego. La aplicación del alquiler de renta antigua abocó a echar el candado y buscar un nuevo lugar. La primera idea fue reabrir en el número 62 de la Avenida de América a primeros de diciembre para aprovechar el puente de la Constitución. Las obras se fueron complicando. El calendario arrancaba sus hojas hasta señalar en rojo la fecha de la reinauguración: el pasado jueves 12 de marzo.
Sólo una semana después del cierre del local del centro de la ciudad, un virus comenzó a hacerse notar en la ciudad china de Wuhan. El coronavirus empezó entonces a aparecer en las informaciones de la sección de internacional. Fue propagándose hasta colarse en la información más cercana con su llegada a Europa, las primeras suspensiones de eventos, su impacto en Italia... El Covid-19 fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo, un día antes de la inauguración de las nuevas instalaciones de El Recreo.

Del alta en la Seguridad Social a la regulación de empleo en horas
El bar, muy concurrido a la hora de los desayunos y las rondas del mediodía con su célebre pincho de tortilla, abandonaba las estrecheces del local original para cuadruplicar el espacio interior, abrir terraza y dejar la planta superior para tapas y comidas. Su propietario incrementaba la plantilla, que tuvo que esperar a los sucesivos retrasos de las obras. El jueves les dio de alta en la Seguridad Social; el viernes tuvo que mandarlo para casa para aplicar un expediente de regulación de empleo.
¿Cómo será la respuesta de la clientela tras días de confinamiento en casa? ¿Habrá empujones por entrar o pesará más la incertidumbre y el impacto económico? Yo creo que al principio la gente tendrá miedo a juntarse, sobre todo la gente mayor, responde el propietario
El Recreo llegó a celebrar la inauguración el jueves y a dar ya alguna comida. Pero la declaración del estado de alarma, que obliga taxativamente a cerrar bares y restaurantes, le volvió a bajar la persiana unas horas después. El decreto deja excepciones como el reparto de comida a domicilio, algo que no contempla Miguel Ángel Palla. “Habría que poner motos y repartidores...”, advierte. Para quien está acostumbrado a manejarse detrás de la barra el teletrabajo tampoco es posible, nada más para “arreglar algún papel telemáticamente”. Y las medidas extraordinarias del Gobierno no han convencido a los autónomos. “Hay muchos tipos de autónomos. Yo creo que habría que implantar medidas específicas para cada uno de ellos”, aboga este hostelero, condenado a tardar en amortizar la inversión y empezar a generar beneficios.
¿Cómo será la respuesta de la clientela tras días de confinamiento en casa? ¿El bar será una válvula de escape y habrá empujones por entrar o pesará más la incertidumbre y el impacto económico? “Yo creo que al principio la gente tendrá miedo a juntarse, sobre todo la gente mayor”, responde, con otra perspectiva, Palla, que ha pasado de un ritmo frenético de trabajo de lunes a domingo a recluirse en casa a la espera de noticias. El coronavirus ha trastocado los planes y hasta tradiciones como la de su limonada de Semana Santa, celebración ya suspendida. “Y esto año no lo haremos o haremos muy poca”, admite, consciente de que este año marcado por el coronavirus habrá que esperar para poder brindar en condiciones en El Recreo.