El Gobierno veta el parque eólico 'Alto Bierzo-Sil' por su impacto “severo” sobre el hábitat del urogallo y el oso pardo
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El Boletín Oficial del Estado recoge este lunes la declaración de impacto ambiental desfavorable del parque eólico 'Alto Bierzo-Sil', promovido por una filial del grupo Repsol en la sierra de Gistredo y el Alto Sil, tal y como adelantó este medio en exclusiva. La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica “formula declaración de impacto ambiental desfavorable para el proyecto (...) al haberse identificado la posibilidad de impactos negativos significativos sobre el medio ambiente para los que las medidas propuestas no presentan garantía suficiente de su adecuada prevención, corrección o compensación”.
Para Repsol la propuesta de este parque eólico, que incluye en la zona además los parques eólicos El Páramo y Ampliación El Páramo, no tiene “ningún efecto especialmente severo sobre ningún factor ambiental”, un hecho que han rebatido tanto el Ministerio para la Transición Ecológica como la Junta de Castilla y León, que resaltan los valores ambientales de la zona y su cercanía a zonas progegidas y hábitat de las especies icono de la Cordillera Cantábrica, como el oso pardo y el urogallo.
A pesar de las modificaciones realizadas en el proyecto original por Repsol para mitigar los impactos, la declaración final es desfavorable debido a los riesgos significativos para especies amenazadas como el oso pardo y el urogallo cantábrico, así como para la Red Natura 2000 y otros valores ambientales. La resolución concluye que las medidas propuestas no garantizan la prevención, corrección o compensación adecuada de estos impactos negativos.
Los planes de Repsol para la sierra de Gistredo y el Alto Sil incluían la instalación de 43 molinos de 200 metros de altura entre los tres proyectos presentados: Alto Bierzo-Sil, El Páramo y Ampliación El Páramo, que afectarían a los municipios de Noceda del Bierzo, Igüeña y Páramo del Sil. El ahora denegado contemplaba inicialmente instalar 20 aerogeneradores, que Repsol fue rebajando en la tramitación hasta los 15 para intentar mitigar su impacto, además de proponer soterrar más parte de la línea de evacuación que partía en dos el territorio hasta la estación eléctrica de Las Ondinas.
Impacto sobre el urogallo
El proyecto, señala la resolución, se localiza en la sierra de Gistredo, con la inse localiza en la provincia de León, en la Sierra de Gistredo, conjunto montañoso situado en las estribaciones meridionales de la Cordillera Cantábrica. Pese a que Repsol presentó un estudio sobre la presencia del urogallo sin registrar avistamientos aunque sí numerosos indicios, los informes emitidos por las administraciones competentes “concluyen en su importancia actual para la especie, al menos como zona de conexión entre áreas con presencia confirmada, como los espacios de la Red Natura 2000, así como por su potencial para la expansión y recuperación de territorios de presencia histórica recientemente perdidos y con hábitats adecuados”.
“La reciente cita de presencia de urogallo cercana a las instalaciones proyectadas, la existencia de un cantadero entre las posiciones de los aerogeneradores, la coincidencia con varios cantaderos históricos, la proximidad de las áreas críticas del Plan de recuperación y de los espacios de la Red Natura 2000 y otras razones constituyen argumentos que refuerzan en gran medida la probabilidad de utilización de la zona por la especie y la importancia de su conservación en un estado favorable”, señala la resolución.
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La Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del MITECO consideraba que el urogallo “podría sufrir molestias durante la construcción de la línea subterránea y en el funcionamiento mayores de las estimadas por el promotor”. Así como tener un impacto directo por “la fragmentación y pérdida de hábitat potencial e histórico reciente y la interferencia en los movimientos de posible expansión, efectos que podrían comprometer su supervivencia y recuperación, dada la situación actual de regresión de la población”. Lo mismo opinaba la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, al señalar que el proyecto “podría suponer la exclusión del entorno del proyecto como futura zona de dispersión y desplazamiento del urogallo si la dinámica poblacional de la especie se invierte”.
Pese a cambios realizados en el proyecto por Repsol la afección es importante “debido a que se mantienen varios aerogeneradores en el proyecto final próximos a la reciente cita de un cantadero”. Señala además la Junta que la “reducción del número de aerogeneradores no evita el riesgo de mortalidad de ejemplares por colisión ni las afecciones a la conectividad entre los espacios de la Red Natura 2000.” y que los tramos de tendido aéro, pese a subir la parte soterrada de la línea, “permanece el riesgo de colisión”.
Impacto sobre el oso
Respecto del oso pardo, señala la declaración ambiental negativa, “se ha constatado su presencia en la proximidad de las instalaciones del proyecto de forma continua, incluso con áreas de celo y reproducción, tanto con avistamiento de ejemplares como con registro de numerosos rastros”.
Aunque Repsol intentó desplazar el trazado final aéreo las modificaciones propuestas “aumentarían las afecciones a la especie al aproximar las instalaciones a rastros y avistamientos que confirman su presencia”. La Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio señaló “una importante pérdida de hábitat favorable para la especie, así como afecciones a su capacidad de movimiento y a la conectividad, por lo que reitera su calificación de impacto severo”, lo mismo que informó la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León “que tiene constancia de una gran cantidad de indicios de presencia de oso pardo en el entorno del proyecto”. Consideran que “la nueva versión del proyecto se mantiene la importante degradación y fragmentación de los hábitats de la especie, así como la posible ruptura de conectividad de los espacios donde habita, lo que supondría la probable exclusión de la especie en el entorno”.
Impacto sobre el paisaje
El proyecto de 15 aerogeneradores en las cumbres de montañas de 1.250-1.700 m de altitud tenía para Repsol un impacto paisajístico “moderado”. Pero tanto Junta como Ministerio señalan que “el proyecto modificado tiene una indudable repercusión paisajística, al mantenerse 15 aerogeneradores y el 43,35 % de la longitud de la línea aérea. A pesar de las medidas preventivas y correctoras previstas y otras que se pudieran proponer, considera que el proyecto difícilmente podría evitar la afección significativa al paisaje”.