La Junta reabre la carretera Ponferrada-Villablino en Páramo nueve meses y medio después del desprendimiento
La conexión entre Ponferrada y Villablino a través de la CL-631 ha quedado reabierta tras concluir las obras de emergencia para estabilizar el talud, acometidas como consecuencia del derrumbe sufrido en mayo del año pasado, ha informado la Junta de Castilla y León. La tardanza en la reapertura, que se ha extendido por espacio de nueve meses y medio, motivó diferentes quejas, tanto por la escasa señalización de las alternativas cuando el corte fue total y luego singularmente por los vecinos de los barrios de las Eras y Puente Romano de Páramo al quedar aislados con el paso provisional habilitado durante meses.
La intervención ha supuesto una inversión de 3,27 millones de euros y ha consistido en el saneo del talud natural de desmonte en el margen derecho de la carretera CL-631, en su punto kilométrico 33+300, en una longitud de 270 metros y 90 metros de altura. De 2008, mucho antes de este episodio, data el contrato de mantenimiento de esta carretera de titularidad autonómica en la que la Junta fue haciendo obras de mejora con cuentagotas.
Para eliminar las rocas vertidas ha sido necesario realizar más de 10.000 viajes de camiones para llevar a un vertedero autorizado 107.810 m3, y la Junta ha recordado que la complejidad principal ha sido trabajar hasta a 90 metros de altura.
El desprendimiento ocupó totalmente la calzada, desde el 15 de mayo hasta el 17 de julio, cuando se consiguió, mediante un desvío provisional de un carril dar tráfico alternativo en ambos sentidos de circulación.
La Consejería de Movilidad y Transformación Digital aprobó esta obra de emergencia para lograr abrir al tráfico cuanto antes esta vía de gran importancia para la provincia de León y las comarcas del Bierzo y Laciana, ha indicado la Junta.
