El alcalde de Toral de los Vados, Pedro Fernández, pondrá el próximo martes 3 de diciembre un punto y aparte en su carrera política. Regidor desde 1999, ese día formalizará su renuncia al bastón de mando, una decisión que asegura que ya estaba prevista al vincularla a su edad de jubilación. No obstante, seguirá como concejal para “colaborar” y aportar su “experiencia” al equipo de Gobierno de Toral y Sus Pueblos (TYP), la lista independiente con la que concurrió a las municipales de 2023 tras abandonar el PSOE. Su sustituto será su teniente de alcalde Alberto Quiroga, que se estrenó como edil el año pasado y que tomará posesión el jueves 5 de diciembre.
Fernández cierra así una etapa de 25 años como alcalde con sucesivas mayorías absolutas. “Ha habido una transformación total del municipio, en infraestructuras, en servicios…”, señala haciendo balance para asegurar sentirse “muy orgulloso” del acondicionamiento de la playa fluvial, hoy convertida en un entorno polideportivo tras negociar en su día la adquisición de terrenos que “eran privados”.
En sentido contrario, lamenta que no fructificara el proyecto que nació bautizado como puerto seco, que suponía el acondicionamiento de una plataforma logística, respaldado en su día por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que nunca llegó a materializarse. “Y cosas como esta nos pasan desgraciadamente en esta comarca (por El Bierzo), donde a veces nos sentimos muy abandonados, lejos del eje de Valladolid”, denuncia el regidor. El Ayuntamiento de Toral de los Vados aprobó el pasado mes de marzo la moción proautonomía para la Región Leonesa.
Histórico alcalde del PSOE, con el que también fue diputado provincial durante ocho años en dos etapas (entre 2003 y 2007 y entre 2011 y 2015), Pedro Fernández abandonó las siglas socialistas al entender como “injusto” que lo apartaran como cabeza de cartel en las elecciones municipales de 2023. “Pero el pueblo es sabio. Y en poblaciones pequeñas influyen poco las siglas”, apunta quien revalidó en esa cita su mayoría absoluta (cinco de nueve asientos en la Corporación), mientras que el PSOE pasó de siete a dos ediles, una derrota “escandalosa”.