Villafranca del Bierzo se estrena como nueva sede de Las Edades del Hombre
El rey Felipe VI inaugura en la villa berciana la exposición, que permanecerá abierta hasta noviembre y que se completará desde el 19 de junio con la muestra que se abra en Santiago de Compostela
Está considerado el Codex Calixtinus (siglo XII) como el primer libro de viajes de la historia, a un tiempo devocionario, repertorio milagrero y manual de entretenimiento para el peregrino que desde Centroeuropa y más circulaba a pie por el Camino de Santiago, la gran autopista del medievo en Occidente.
Camino de la tumba del Santiago el Mayor, el primer inquilino del martirologio cristiano, los peregrinos se aventuraban en un itinerario no exento de riesgos ni peajes.
Se alojaban en hospitales erigidos con tal fin en un rasgo de amparo y generosidad que delata el lema (“Hospitalitas”) de la nueva exposición de Las Edades del Hombre, que se inaugura este miércoles en su sede de Villafranca del Bierzo y, a partir del 19 de junio, en la de Santiago de Compostela.
Unos 180 kilómetros separan Villafranca del Bierzo, fecundo cantón literario (Enrique Gil y Carrasco, Ramón Carnicer y Antonio Pereira nacieron allí) y la vieja Compostela que acaso guarda los restos más venerados de la Cristiandad desde hace siglos (IX), menos incluso que el arco cronológico descrito por las 270 piezas de “Hospitalitas”.
Desde el siglo I
El abanico temporal de “Hospitalitas” cuenta veinte centurias gracias a una Téser de Hospitalidad, un bronce hallado en Herrera de Pisuerga (Palencia) e interpretado como un pacto de apoyo, acogimiento y protección entre familias y sus descendientes, una figura zoomorfa (cerdo o jabalí) con una inscripción grabada que la Fundación Eugenio Fontaneda ha cedido para la sede villafranquina.
La cadena cronológica se cierra con un bronce del escultor Miguel Iribertegui (1938-2008), un pastor al cuido de sus ovejas que los Padres Dominicos de La Virgen del Camino han prestado también para la sede berciana, que expone un centenar de piezas en la Colegiata y en la iglesia románica de Santiago.
Todas ellas hilvanan un discurso concebido por Sixto Castro y ensamblado en torno a cuatro capítulos o estancias que interrogan al visitante desde sus mismos enunciados: “Todo parte de una historia”; “¿Qué he de creer?”; “¿Cómo he de actuar”; y “¿Cómo me cabe esperar?”.
Sustrato jacobeo
La vocación jacobea de Las Edades del Hombre no es nueva si se atiende a exposiciones anteriores centradas en el camino (“Yo camino”/2007, “Encrucijadas”/2000 y “Lux”/2021), a las que ahora se añade este periplo final entre Villafranca y Santiago para celebrar, ante la tumba del apóstol, La gracia del encuentro/ A graza do encontro, como propone el subtítulo de “Hospitalitas”.
Son seis etapas entre ambas poblaciones, según las guías del peregrino, las más complicadas por los kilómetros acumulados y la orografía, pero las más llevaderas por la proximidad de la vieja Compostela, donde la exposición (a partir del 19 de junio) se divide en nueve apartados con un carácter eminentemente divulgativo sobre el origen e historia del fenómeno jacobeo.
De tú a tú
Tampoco es noticioso el deslumbrante plantel de pintores escultores, imagineros, artesanos, arquitectos, orfebres y artesanos con que Las Edades del Hombre ha obsequiado a los más de doce millones de visitantes de las veintiséis exposiciones gestadas en treinta y seis años (1988-2024).
Sus catálogos son una enciclopedia de referencia donde Las Edades del Hombre tratan al arte 'de tú a tú' como en esta edición que reúne a los nombres más sobresalientes de los siglos XV (Maestro de Manzanillo y Gil de Siloé), XVI (Fernando Gallego, Alonso Berruguete, Juan de Juni, Alejo de Vahía y Luisa Roldán), XVII (Gregorio Fernández, Murillo y El Greco) y XVIII (Luis Salvador Carmona).
Fiel a su tradición, Las Edades del Hombre no ha hecho ascos al arte contemporáneo como transmisor de valores religiosos, espirituales y humanísticos. En el equipaje de esta edición, además de Miguel Iribertegui, el pintor José Vela Zanetti (1913-1999) y Venancio Blanco (1923-2018).
'Ultreia et Suseia'
Al menos hasta noviembre, cerca de medio año, permanecerá abierta “Hospitalitas” tras el banderazo de salida que, por tercera edición consecutiva, ha pegado Felipe VI para inaugurar esta exposición jacobea en la que el visitante se convierte peregrino entre Villafranca del Bierzo y Santiago de Compostela.
Volverán a escucharse el cruce de buenos deseos entre los peregrinos con las tradicionales expresiones de '¡Buen camino!“ o la medieval locución de 'Ultreia' para animar a seguir adelante, con la correspondiente respuesta de 'Suseia' para reafirmar el 'hasta allí y más alto' o 'más allá', símbolo también de la andadura de estas exposiciones que reverdecen al final de cada primavera.
La inauguración
Felipe VI ha inaugurado la nueva exposición de Las Edades del Hombre, cuyo lema (“Hospitalitas”) recuerda y pone en valor la tradición hospitalera como seña de identidad del Camino de Santiago durante siglos.
El monarca ha recorrido los dos emplazamientos de la muestra: la iglesia románica de Santiago y la imponente colegiata de Santa María, acompañado por autoridades civiles y religiosas, donde ha recibido las explicaciones del comisario, Miguel Ángel González, sobre las más de cien piezas de arte sacro reunidas en ambos templos.
Vínculo entre territorios
El obispo de Astorga, Jesús Fernández, único interviniente en el acto inaugural, ha destacado el valor que como nexo de unión entre territorios tiene esta exposición de Las Edades del Hombre que, por primera vez en su historia, comparte emplazamientos en dos comunidades autónomas (Castilla y León y Galicia).
El prelado ha recalcado que el arte sacro es un modo de “explicar el misterio de Dios”, así como de “llevar el mensaje del Evangelio a los corazones de todos los pueblos”.
“El arte cristiano se revela como un lenguaje universal que trasciende barreras culturales y lingüísticas para ofrecer un atisbo de la gloria de Dios”, ha remarcado el obispo, quien ha agregado que permite ver el mundo “con los ojos de la fe”.
Eje del viejo continente
También ha destacado que el Camino de Santiago ha sido durante siglos el eje vertebrador del viejo continente, del que ha dicho que debe apostar por la defensa de la espiritualidad, la verdad, la justicia y el bien común. “Ojalá Las Edades del Hombre y 'Hospitalitas' sirvan para avanzar por esa senda de entendimiento”, ha concluido.
Tras la intervención del obispo, el rey se ha despedido de las autoridades, encabezadas por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y ha regresado a Madrid a bordo del helicóptero en el que aterrizó en la localidad sobre las 11.20 horas.
Un eslabón más
'Hospitalitas' se ha convertido este miércoles, con su inauguración en la sede de Villafranca del Bierzo, en el último capitulo de proyecto cultural y religioso que suponen Las Edades del Hombre, una iniciativa que nació en 1988 para poner en valor y dar a conocer el patrimonio de la Iglesia.
Desde 1988 Las Edades del Hombre ha recibido más de doce millones de visitantes en las veintiséis muestras organizadas, y ha expuesto más de 5.000 obras de arte.
Entre junio y noviembre
'Hospitalitas' se podrá visitar hasta noviembre en dos templos de Villafranca del Bierzo (iglesia de Santiago y colegiata de Santa María), y en otros dos de Santiago de Compostela (la catedral y el monasterio de San Martín Pinario).
El objetivo de esta edición ha sido poner en valor el Camino de Santiago como sinónimo de convergencia espiritual, y aludir a la colaboración entre dos territorios autonómicos cuya historia y tradición se reflejan en la ruta jacobea, de ahí el subtítulo de la exposición ('La gracia del encuentro'/'A graza do encontro'),
Un preámbulo y cuatro capítulos
La sede leonesa de 'Hospitalitas' se estructurará en torno a un preámbulo y cuatro capítulos o estancias ('Littera Gesta/Todo parte de una historia'; 'Allegoria Credere/¿Qué he de creer?'; 'Moralis Agere/ ¿Cómo he de actuar?'; y 'Anagogia Tendere/¿Qué me cabe esperar?') con la solidaridad entre los principales valores del Camino de Santiago.
Reunirá en torno a 110 piezas de pintores y escultores como El Greco, La Roldana, Luis Salvador Carmona, Juan de Juni y Luis Salvador Carmona, en clave histórica, junto a otros artistas contemporáneos como Venancio Blanco y José Vela Zanetti.
Las Edades y el rey
El rey Felipe VI se ha convertido, al igual que sus padres y hermanas, en un embajador habitual de Las Edades del Hombre desde que Juan Carlos I y su esposa, Sofía de Grecia, cortaran la cinta inaugural en la catedral de Valladolid (“El arte en la Iglesia de Castilla y León”/1988).
Después de “Transitus”/Plasencia (2022) y de “Lux”/Burgos/Carrión/Sahagún (2021), las dos últimas entregas, Felipe VI ha repetido en Villafranca del Bierzo como primer visitante de “Hospitalitas” (2024), una exposición que tendrá una segunda sede, a partir del 19 de junio, Santiago de Compostela (Catedral y monasterio de San Martín Pinario)
Como príncipe de España, Felipe de Grecia inauguró “La ciudad de seis pisos”/ El Burgo de Osma (1997) y “Kyrios”/Ciudad Rodrigo (2006).
El visitante convertido en actor de una película animada
No es nuevo el empleo de técnicas y recursos audiovisuales en el historial expositivo de Las Edades del Hombre, que por vez primera ensayó en Salamanca (“El contrapunto y su morada”/1993-1994) con un novedoso diálogo entre los protagonistas de un retablo del que fueron testigos 1,3 millones de visitantes.
Desde entonces, la mayoría de las exposiciones han recurrido a las nuevas tecnologías, principalmente a través de proyecciones con el fin de situar al viajero en el contexto histórico y social del itinerario, pero también para ordenar y espaciar la avalancha de visitantes sin esperas tediosas.
Experiencia inmersiva
Una vuelta de tuerca ha imprimido la Fundación Las Edades del Hombre con la experiencia inmersiva de quince minutos que recibe, desde este miércoles, a los visitantes de “Hospitalitas” en la iglesia románica de Santiago, en la sede de Villafranca del Bierzo.
Se trata de un cortometraje animado, de quince minutos de duración, con muy poco texto, muchas imágenes y basado en la idea de la hospitalidad a partir de un lenguaje eminente gráfico, hasta el punto de que el visitante se convierte en un actor más de esta proyección.
Basado en varios pasajes de la Biblia, el cortometraje repasa la historia de la acogida en sus vertientes religiosa y humanística, con Dios como punto de partida al crear el mundo como lugar y cobijo del ser humano.
El lenguaje gráfico destaca por el color y una línea eminentemente expresionista con muchas figuras en silueta, dentro de una película que al mismo tiempo pretende convertirse en un homenaje a todos los artistas y creadores cuyas obras han formado parte de todas las exposiciones de Las Edades del Hombre.
El muro interior de la Puerta del Perdón de la iglesia de Santiago en Villafranca del Bierzo es el lugar elegido para esta novedad, una de las cuatro existentes en el principal itinerario jacobeo que cruza España desde Roncesvalles (Navarra) hasta Santiago de Compostela, con un apéndice o extensión de unos ochenta kilómetros hasta Finisterre.
Puerta del Perdón
Las tres restantes son las de la Basílica de San Isidoro, en la capital leonesa; la Puerta Santa en la catedral de Santiago de Compostela; y la de Santa María en Finisterre (La Coruña).
En el caso de la de Villafranca del Bierzo, el origen de su Puerta del Perdón sería la de proponer un digno final del camino, mediante la correspondiente indulgencia al cruzar su umbral, para los peregrinos enfermos o que en trance de muerte no podían continuar hasta la meta compostelana.
Algunas fuentes apuntan al papa Calixto III (1378-1458), el español Alfonso de Borja, como el autor de la firma pontificia para este privilegio, como otra forma de exaltar la tradición de amparo u hospitalaria de la ruta jacobea.