El presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Olegario Ramón, ha relatado en una comparecencia ante los medios de comunicación los hechos ocurridos en la tarde de este jueves cuando dos manifestantes le increparon y uno de ellos llegó a agredirle físicamente ante la sede del PSOE de Ponferrada. “Ese hombre me miraba con auténtico odio, con los ojos inyectados en odio y dudo que yo le haya hecho nada”, dijo.
Ramón, visiblemente afectado, narró cómo un hombre, que conoce por estar presente cada día en las protestas que tienen lugar a las 20 horas ante la sede socialista en protesta por las políticas del Gobierno Central y la Ley de Amnistía, le profirió “insultos y amenazas”. “Saqué el móvil para grabarle y fue entonces cuando otro señor me golpeó en la mano, tirando mi móvil al suelo. Al intentar recogerlo comenzó a pegarme patadas y me insultó, amenazó y profirió obscenidades que prefiero no repetir”, contó. Estos hechos sucedieron cuando Ramón salía de una reunión que había mantenido con vocales y representantes socialistas de varias pedanías.
Varios vecinos salieron entonces a las ventanas recriminando a los agresores su actitud. “Estos vecinos llevan meses soportando todos los días estas protestas. Al final nosotros, soportar tener gente delante, nos va en el cargo. No te va en el cargo que te insulten y agredan. Pero cuando los vecinos les llamaron la atención la agresividad verbal de estos señores aumentó y les ha causado miedo”, aseguró Ramón. “Yo solo he intentado ayudar y mejorar la vida de la gente, seguramente con errores”, afirmó.
El presidente comarcal fue atendido posteriormente en el centro de salud de Picotuerto, donde le curaron una herida en la pierna provocada por las patadas. También sufre una contusión en un dedo que le impide doblarlo. Los profesionales sanitarios ya han realizado un parte y Ramón declaró en las dependencias policiales. “Se que están identificados”, confirmó y adelantó que tomará medidas legales contra ellos. “Yo he contado lo ocurrido. Se formalizará el atestado y los juzgados determinarán el posible delito”, señaló.
Crispación en las instituciones
Ramón considera que estos hechos son fruto de la enorme crispación que en los últimos meses hay en las instituciones y la vida política. “Se han normalizado las palabras gruesas, el mentir, el ruido, el enfrentamiento y la agresividad. Eso ha ocurrido en el Parlamento Nacional, en nuestras Cortes Autonómicas. Hemos sido la primera institución a la que ha llegado la ultraderecha al Gobierno. Y también ha ocurrido en nuestros ayuntamientos, aunque es verdad que aquí, desde hace un par de meses, el PP ha rebajado el tono”, explicó.
El también responsable del PSOE en Ponferrada cree que se ha generado “un caldo de cultivo” desde que Vox ha llegado al panorama político y aunque agradece la condena que el líder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, y la portavoz de la formación en Ponferrada, Patricia González, han hecho, recuerda que ellos participaron y alentaron estas protestas. “Hay mucha hipocresía. El vicepresidente de la Junta era el mayor hooligan de esas concentraciones frente a las sedes del PSOE, era un incitador, encendía el fuego y ahora quiere ejercer de bombero. Cuando generas tensión, se traslada a la ciudadanía”, dijo. “En todo caso toda condena de la violencia la agradezco, venga de quien venga”, continuó.
Ramón insistió en que es necesario rebajar la tensión, recuperar la tranquilidad, el diálogo y la tolerancia. Por último agradeció el enorme apoyo que está recibiendo y todos los mensajes que le siguen llegando, tanto desde altos cargos públicos, como medios de comunicación, amigos o vecinos.
El delegado del Gobierno, Nicanor Sen, ha anunciado este viernes que la Policía Nacional han identificado a varias personas como posibles responsables de la agresión.
Al tiempo, Sen ha querido condenar los hechos acaecidos en la capital ponferradina y ha tachado de “grave” y “preocupante” la agresión a Ramón, exalcalde de la ciudad y presidente del Consejo Comarcal de El Bierzo “fundada en excusas ideológicas”. Sen ha hecho un llamamiento a la calma ante “el ambiente de crispación política”.