El Ayuntamiento de Ponferrada debatirá por tercera vez la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en pleno, en la sesión ordinaria de este mes de septiembre que se celebra el viernes. El equipo de Gobierno que conforman PP y Coalición por el Bierzo acuerdan con el grupo municipal socialista su aprobación.
El acuerdo incluye la petición del PSOE para que las restricciones entren en vigor de forma escalonada cuando haya un episodio de alta contaminación que se prolongue en el tiempo. Además, ambas partes han cedido en la fecha de inicio de las sanciones, alcanzando un punto intermedio.
El alcalde de Ponferrada, Marco Morala, se felicitó por este acuerdo que considera adecuado. “Estábamos convencidos de que nuestro compromiso electoral con la ciudadanía, que se basaba en la necesidad de no dificultar la actividad económica y comercial de la ciudad, era perfectamente compatible con la letra de la normativa europea medioambiental. Por eso, hemos querido agotar todas las posibilidades de consensuar la aplicación de la ZBE y el equipo de gobierno ha hecho un esfuerzo durante todos estos meses del actual mandato para alcanzar un acuerdo que respetase lo que comprometimos”, afirmó. “Los profesionales no querían ver mermada la afluencia a sus negocios como consecuencia de la entrada en vigor de la ZBE. Puede decirse que con este acuerdo se ha alcanzado ese objetivo prioritario”.
Morala indicó que este pacto es fruto del “diálogo” para resolver los problemas de la ciudad. “Por eso hay que valorar de forma positiva dos circunstancias. La primera de ellas es precisamente que la ciudadanía pueda percibir que por encima de las legítimas diferencias y aspiraciones de partidos políticos que tenían programas electorales muy distintos, hemos sido capaces de priorizar el interés general y no las posiciones partidistas”.
Por su parte, el portavoz socialista, Olegario Ramón, también se felicitó por este acuerdo. “La aprobación de esta ordenanza se había estancado por el desacuerdo entre los dos grandes partidos del ayuntamiento en cuanto a los plazos para poner en marcha la norma y en las medidas a adoptar cuando los niveles de contaminación superen los niveles de alerta y por lo tanto sean perjudiciales para la salud. Tras las negociaciones se ha podido llegar a un acuerdo que entendemos que es beneficioso para la ciudadanía”, afirmó.
“La intención del PSOE es que la zona de bajas emisiones no se convierta en un arma arrojadiza sino que se ponga en marcha cuanto antes para que la ciudadanía pueda comprobar de primera mano los beneficios que supondrá no solo para comerciantes y vecinos de la zona sino para el resto de la ciudadanía que acude a comercios y negocios de hostelería ubicados en la zona”, concluyó.
La primera vez que se llevó el punto este no salió adelante, la segunda vez quedó sobre la mesa y la de mañana será la tercera intentona para aprobarla.