Fiscalía pide 20 años de cárcel para los acusados de asesinar a una mujer de 20 años en Cembranos en 2021
El Ministerio Fiscal pide 20 años de cárcel por asesinato para Manuel Gutiérrez Ruiz, un hijo de los empresarios de Marmolería Leonesa, y la que fuera su pareja sentimental F.M.V.R. cuando acabaron, presuntamente, con la vida de Y.B.G.J. el 17 de marzo de 2021 en una vivienda en la localidad leonesa de Cembranos. La Audiencia Provincial de León acoge desde este lunes el juicio, con jurado popular, que dirimirá qué ocurrió ese día.
De acuerdo con el relato de los hechos aportado por el Ministerio Fiscal, Mamuel Gutiérrez y F.M.V.R. “mataron a Y.B.G.J., que tenía 20 años en aquel momento”, después de que en esa madrugada él acudiera a un club donde la víctima y la acusada trabajaban y “se las llevó a su casa”. Después de estar toda la noche juntos, a las 9 de la mañana la víctima llamó a un taxista para que fuera a recogerla, pero nunca llegó a coger el taxi, ya que a las 10.30 este llamó a la víctima y, al no obtener respuesta, llamó también al acusado.
Fue a esa misma hora, tal y como afirmó la Fiscalía, cuando saltó la alarma de la casa del acusado, concretamente cuando “la víctima intentaba salir”, por lo que la central de alarmas llamó al propietario de la vivienda, le pidió la contraseña y, al dársela, preguntaron si pasó algo, pero “en ese mismo momento se corta la llamada”.
En la tarde de ese día 17 de marzo, a las 19 horas, de acuerdo con el relato trasladado por el Ministerio Fiscal al jurado popular, cuando los dos acusados acudieron en coche junto a la víctima a un taller de Cembranos para recoger un paquete. Fue Manuel Gutiérrez, quien bajó del vehículo para recogerlo, mientras que su pareja se quedó en el interior con la ahora fallecida, con la que discutió y a la que golpeó, llegando incluso a llamar al Servicio de Emergencias 1-1-2 para pedir ayuda.
Una vez de vuelta a la vivienda, “los acusados sacaron a Y.B.G.J., del coche a la fuerza, la metieron en casa y la golpearon de una manera innecesaria para terminar asfixiándola hasta causarle la muerte, tras lo que envolvieron su cuerpo con cinta aislante aislante y la taparon”. Además, en el análisis que les hizo de forma posterior los forenses, ambos acusados, “eran plenamente conscientes de todo”.
A este relato se sumó la acusación particular, ejercida por el letrado Iñaki Sevilla Gallo, que mantiene una línea similar a la del Ministerio público, al considerar que “la labor llevada a cabo por los agentes instructores y la Guardia Civil y los informes técnicos forenses y de criminalística” permiten que haya “pruebas suficientes para llegar a una conclusión condenatoria de ambos acusados”.
El letrado lo dejó claro. Para él, “los dos acusados dieron muerte a Y.B.G.J. de forma consciente y deliberada” y además, “la forma en que se manipuló el cuerpo es propio de dos personas que sabían perfectamente lo que estaban haciendo, que eran conscientes de cuál era el resultado y qué era lo que se proponían hacer, que era dar muerte a la mujer y esconder su cuerpo para no ser detenidos”.
Las defensas piden absolución
La defensa de F.M.V.R., ejercida por Javier Chamorro Rodríguez, mantuvo en todo momento que la mujer “no mató” a su compañera, sino que “lleva tres años en prisión solamente por haber estado en la vivienda cuando ocurrieron los hechos”. “El primer día que la visité a prisión me dijo que no lo había hecho y yo la creí”, afirmó, al tiempo que trasladó al jurado que “hay que reparar una injusticia pero no cometer otra”, así como que es la acusación a la que “le corresponde probar los hechos”, mientras que él demostrará que “ambas tuvieron una pelea, pero fue Manuel Gutiérrez, quien asesinó a Y.B.G.J.”, tal y como aseguró que “las pruebas lo demostrarán”.
“No es que la víctima quisiera irse de esa casa, es que querían hacerlo las dos”, enfatizó para tratar de dejar claro que “no es cierto que ambos acusados acabaran con la vida de la mujer”, sino que “hay pruebas de que F.M.V.R. ni golpeó no asfixió” a la ahora fallecida, por lo que solicitó la libre absolución para su defendida.
Finalmente, el famoso letrado Marcos García Montes, es el encargado de ejercer la defensa del conocido empresario leonés, de quien se mostró convencido de que “ni fue parte activa ni fue inductor del crimen”, sino que “casi al final intentó evitarlo”, aunque “fue prácticamente imposible”. Para Montes, lo que se juzga esta semana en la Audiencia de León fue “un tema entre dos chicas con un problema de trabajo al que el Manuel es ajeno”, aunque “se vio involucrado como consecuencia de que frecuentaba sitios de prostitución”. Por este motivo, el abogado solicitó un veredicto de no culpabilidad “que terminaría con una sentencia absolutoria”.
Fue precisamente este letrado quien solicitó que los acusados puedan declarar ante las partes al final del juicio en lugar de en la primera sesión, como es habitual, al considerar esto “una costumbre del siglo XIX que es un auténtico disparate”, ya que de esa forma “no podría rebatir las pruebas practicadas”. Un punto que no se ajusta a la realidad puesto que los acusados siempre tienen el derecho a la última palabra en los juicios orales si declaran al inicio, y pueden alargarse y aclarar y puntualizar todo lo que consideren.