El embrión de la actual Ponferrada universitaria: cuando ya se formaban maestros y enfermeras en El Bierzo

Alumna de tercero de la Escuela de Enfermería de Ponferrada en el servicio de neonatos.

César Fernández

Ponferrada —

El mismo 1981 en que Ponferrada estrenó centro de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) venía de perder la Escuela de Enfermería. Todavía durante mucho tiempo pudo disfrutar de estudios de Turismo; menos duró el Seminario de Graduados Sociales. La capital berciana, que este jueves 9 de octubre acoge el acto de inauguración oficial del nuevo curso académico entre interrogantes sobre cuándo y cómo podrá compartir con León Medicina y sobre el posible desembarco de la privada Universidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila, fue adquiriendo rango universitario mientras el país pasaba de la dictadura a la democracia. La misma tarde del 23 de febrero de aquel 1981 en que el teniente coronel Antonio Tejero entró pistola en mano en el Congreso de los Diputados José Cruz Vega aleccionaba a futuros graduados sociales en la Sindical (el actual Instituto Virgen de la Encina). “Hubo clase a primera hora; a segunda ya nos fuimos para casa”, recuerda el profesor.

Rafa Casas formó parte de la primera promoción de la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB La Inmaculada de Ponferrada, la que en el curso 1972-1973 dio forma a una incipiente oferta de Magisterio canalizada ya a través de ese mismo centro educativo desde 1957, primero sólo para mujeres y con estudios de Bachillerato. “Era un momento de cambio político”, cuenta Casas para evocar a aquella hornada de jóvenes contestatarios que insistieron ante la dirección del colegio religioso de las Madres Concepcionistas en tener garantías de que esa formación estuviera homologada. “Queríamos saber que luego no fuéramos a tener problemas a la hora de ejercer”, dice. No los hubo. Y cuando terminaron los estudios y se dispusieron a tomar la tiza ya a partir de finales de 1975, acababa de morir Francisco Franco.

“Ya entonces se hablaba de la posibilidad de tener Minas y Agrícolas”, pone en contexto Rafa Casas. El estreno de la Escuela del Profesorado de EGB supuso una ventana de posibilidades para familias sin el poder adquisitivo suficiente como para enviar a sus hijos a completar sus estudios fuera de casa. “Y fue muy significativo para la comarca”, añade al citar el progresivo desembarco de alumnos de localidades como Cacabelos, Toreno o Vega de Espinareda. El Bierzo era entonces una potencia económica derivada de la explotación de las minas de carbón y su consumo en las centrales térmicas. “Lo que más molestaba entonces es que desde aquí se generaba mucho dinero para el país y luego eso no revertía en la zona”, señala. Fue ya en los noventa, en un escenario de reconversión minera, cuando desde las propias cuencas se hizo un ejercicio de renuncia en aras de un proyecto comarcal y se levantó en 1996 el Campus de Ponferrada con fondos destinados a la reactivación económica.

Alumnas de segundo de la Escuela de Enfermería de Ponferrada.

Precisamente el Campus de Ponferrada se asentó sobre el esqueleto de lo que había sido la Residencia Hospital Camino de Santiago, donde durante toda la década de los setenta se formaron hasta ocho promociones de los entonces ATS (Ayudantes Técnicos Sanitarios). Tiqui Vidal Macías formó parte de la séptima, la que en 1976 estrenó el edificio anexo que luego fue durante años sede de la Gerencia de Atención Primaria del Bierzo y que ahora partidos como Coalición por El Bierzo postulan para acoger estudios de Medicina. El complejo, dotado con aulas, gimnasio, salón de actos y biblioteca, sirvió desde entonces para las clases teóricas, mientras las prácticas se reservaban para el propio hospital. Y contaba en la parte de arriba con habitaciones de internado para alumnas foráneas: y las hubo llegadas de puntos como Galicia, Asturias, Valladolid o Madrid.

"Ya entonces se hablaba de la posibilidad de tener Minas y Agrícolas", dice Rafa Casas, alumno de la primera promoción, en el curso 1972-1973, de la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB La Inmaculada de Ponferrada

Tiqui habla de alumnas, en femenino, porque no recuerda ningún alumno varón en aquellas ocho promociones de la denominada oficialmente como Escuela de la Seguridad Social de Ayudantes Técnicos Sanitarios, que funcionaba bajo el paraguas de la Diputación Provincial de León y dependía académicamente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. “Yo provenía de una familia humilde y no tenía posibilidades de estudiar fuera”, apunta para explicar cómo se enroló en esta titulación cuyas alumnas se formaban como enfermeras en circunstancias reales en el Camino de Santiago (“yo en segundo curso ya era capaz de llevar yo sola toda una planta”) y que fueron encontrando encaje laboral, desde una hornada que entró en el Hospital La Paz de Madrid hasta otras como Tiqui, que empezó haciendo sustituciones en el rural hasta quedarse durante 36 años en los quirófanos del Hospital El Bierzo.

Centro de Estudios Mercurio, sede de la que fue Escuela de Turismo de Ponferrada.

Ponferrada fue también capaz de subirse a la ola del despegue turístico español de los setenta. El Centro de Enseñanza Mercurio ya funcionaba desde hacía años cuando en 1977 comenzó a ofrecer estudios resultantes de un decreto de la Secretaría de Estado de Turismo, una autorización revalidada en 1981 por un decreto del Ministerio de Universidades e Investigación. Fue ya en 1988 cuando esta Escuela Superior de Turismo firmó un convenio con la UNED para quedar desde 2004 adscrita ya a la Universidad de León (ULE), sin abandonar sus instalaciones en la calle El Rañadero como una especie de satélite del Campus. Su historia se resume en 32 promociones y cerca de 700 titulados, muchos de los cuales nutren agencias de viajes y hoteles de la zona, mientras otros traspasaron fronteras. “Y hoy se encuentran por toda la geografía española, muchos de ellos en importantes cargos directivos”, destacan desde el centro.

José Cruz Vega ya estaba vinculado como docente a Mercurio cuando le surgió la oportunidad de dar clase en la Escuela de Turismo. Lo hizo durante tres cursos impartiendo las asignaturas de Relaciones Públicas y Economía. Ponferrada, que ya entonces aspiraba a tener marchamo universitario al menos con un campus, titulaciones de referencia y un colegio mayor, vivía en una cierta contradicción. “Por entonces ya se dieron pasos adelante, pero no se valoraba o no se tenía la suficiente conciencia de que ya había estudios universitarios”, concede el docente, que se recuerda de aquella también dando clase de otros títulos ya de menor rango en la Escuela de Formación para Enlaces Sindicales, la Escuela de Mandos Intermedios o la Escuela de Auxiliares Administrativos.

Hasta que en 1987 se estableció definitivamente en el Instituto Álvaro de Mendaña, Cruz Vega también compatibilizó la docencia en el Seminario de Graduados Sociales, otra titulación de rango universitario que funcionó en Ponferrada al menos entre 1978 y finales de los ochenta. Teoría Económica y Estructura Económica eran las asignaturas que impartía (intento de golpe de Estado mediante) en estos estudios, que nacieron vinculados al Ministerio de Trabajo y que en la capital berciana dependían ya en la década de los ochenta de la Universidad de León. El docente recuerda al rector Andrés Suárez pasarse por las aulas para certificar la calidad de la formación. “Hubo alumnos que acabaron abriendo gestorías”, apunta Cruz Vega, que sugiere la posibilidad de que los estudios comenzaran a impartirse en las aulas del Colegio Campo de la Cruz hasta asentarse luego en la Sindical.

La Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios tuvo en los setenta ocho promociones, con clases prácticas en la Residencia Camino de Santiago e incluso internado como opción de alojamiento para alumnas foráneas

Ponferrada fue en los ochenta perdiendo oportunidades. La Escuela de Enfermería cerró sus puertas en 1980, un año después de crearse la Universidad de León al independizarse de la relación con la Universidad de Oviedo. Enfermería se centralizó entonces en la capital de la provincia, una suerte de paradoja ahora que el debate estriba en la posibilidad de descentralizar desde León hacia Ponferrada el futuro Grado de Medicina. Tiqui Vidal Macías fue ya entonces a Valladolid a examinarse para certificar un curso de consolidación que le permitía especializarse y dar clase en la universidad, algo que acabó haciendo de forma puntual en algunos cursos en el Campus de Ponferrada. Pero los tiempos habían cambiado. “Ha cambiado la actitud de la gente. Ahora se pasa más de las cosas”, dice para considerar también que la burocratización e informatización del sistema sanitario ha ido “en detrimento de la calidad asistencial del paciente”. Su promoción, la séptima, mantiene el espíritu vivo de aquellos años de rígida disciplina con reuniones periódicas y contacto permanente hasta rescatar parte de las fotos que ilustran este reportaje.

Paso del ecuador en la Escuela de Enfermería de Ponferrada.

La Escuela Universitaria de Profesorado de EGB abandonó en los ochenta las instalaciones del Domus Pacis de Ponferrada para trasladarse a Camponaraya, donde los estudios acabaron cerrando ya en los noventa ante la falta de demanda de matrículas. El centro también daba la posibilidad de completar la formación a través de un curso puente y obtener en dos años una licenciatura, anota Rafa Casas, quien (mili mediante) aterrizó entonces como único profesor hombre en el Colegio La Asunción, donde desarrolló toda su carrera laboral. “Fue un gran cambio para Ponferrada”, dice sobre aquel centro que nutrió de docentes a centros educativos de la comarca (incluso los mejores expedientes tenían acceso directo a escuelas públicas sin pasar por la correspondiente oposición).

“El Ayuntamiento apoya la Escuela de Estudios Sociales”, titula Diario de León el 18 de noviembre de 1987 sobre el compromiso del Consistorio ponferradino con la conversión del Seminario de Graduados Sociales en una escuela de rango superior como forma de garantizar su continuidad. El hilo (con alumnos trasladándose ya a León para completar los estudios) se pierde a partir de entonces, pero el resultado fue otro cierre. “Poca efectividad por falta de apoyo económico”, dejó anotado el recordado abogado berciano Tomás González Cubero, que comenzó en 1978 a impartir en esos estudios la asignatura de Derecho Administrativo y en 1980 fue nombrado director del centro, cargo desde el que promovió una continuidad que no se hizo efectiva.

Edificio del Domus Pacis de Ponferrada, que fue durante años sede de la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB La Inmaculada.

Turismo todavía duró hasta que en el curso 2014-2014 la Universidad de León ratificó su supresión. Con la adaptación a la reforma educativa del Plan Bolonia como telón de fondo, Mercurio procuró su continuidad presentando alegaciones. Y el centro cita reuniones en las que el entonces rector, José Ángel Hermida, se habría comprometido a mantener Turismo si conseguía más de 50 alumnos matriculados. “Se cumplió la matrícula en cuanto a número de alumnos, pero no obtuvimos contestaciones al compromiso adquirido”, señalan desde Mercurio.

La UNED sirvió de balón de oxígeno en los noventa cuando la ciudad perdió pujanza académica. El primer director, el recordado Demetrio Mato del Palacio, estaba "obsesionado con que Ponferrada no perdiera oportunidades de educación superior"

Fue al mismo tiempo que Ponferrada fue perdiendo aquella pujanza académica cuando, en otro sentido, se fue consolidando el centro asociado de la UNED, primero desde 1981 y hasta 2003 en los bajos del Instituto Álvaro de Mendaña. El actual director, Jorge Vega, llegó en 1990 como profesor tutor de Economía al centro, que ya entonces disponía de en torno a una docena de titulaciones (actualmente cuenta con 30 grados). Derecho era entonces la estrella de un mapa en el que ya figuraban también Filologías, Geografía e Historia, Matemáticas o Psicología, ahora la más concurrida. Ponferrada es el punto de referencia de la UNED en León, por lo que la proporción de alumnado se mueve en la balanza de una mitad de estudiantes del Bierzo y la otra del resto de la provincia.

La UNED funcionó en aquellos años de transición hasta el estreno del Campus de Ponferrada en 1996 como balón de oxígeno para una comarca que se había desinflado en términos académicos vinculados a la universidad. Vega, que contrapone la pulsión de los jóvenes por “salir de casa para vivir la vida” con la posibilidad que ofrece la formación a distancia, destaca las “garantías de calidad y solvencia” de una entidad que depende de la Administración General del Estado al remarcar los “magníficos resultados” de sus alumnos en oposiciones como las ligadas a la titulación de Derecho.

Tomás González Cubero (izquierda) y Manuel Rodríguez, responsables respectivamente de la Escuela de Graduados Sociales y la Escuela de Turismo a través del Centro Mercurio en Ponferrada.

La Ponferrada universitaria previa al Campus fue el resultado de un contexto, el de una ciudad pujante, con aspiraciones a crecer para contar con servicios equiparables a los de una capital de provincia. La rivalidad con León (ahora reproducida en torno a Medicina) ha estado siempre latente, confirman Rafa Casas y José Cruz Vega, que en aquellas circunstancias pudo redondear su economía familiar y hasta su hija estudió en la Escuela del Profesorado. Y fue también la consecuencia del empuje aportado por personalidades notables. Cruz Vega resalta “el gran impulso a la cultura y la enseñanza” de Manuel Rodríguez, referente en la historia de Mercurio y Turismo. “Mi padre iba encantado a dar las clases. Y dejó un buen recuerdo entre los alumnos. He recibido muy buenos comentarios”, indica sobre Tomás González Cubero su hijo Valentín Carrera. El primer director de la UNED en Ponferrada fue el también recordado Demetrio Mato del Palacio. “Era una personalidad. Tuvo un gran peso. Hizo un gran esfuerzo por que mejoraran las condiciones”, dice Jorge Vega sobre Mato del Palacio, al que recuerda “obsesionado con que Ponferrada no perdiera oportunidades de educación superior” y defensor del “concepto de educación pública”. “Y si era estatal, mucho mejor”, apostilla.

La última alusión entronca con las interrogantes abiertas sobre el proyecto de la Universidad Católica de Ávila para desembarcar en Ponferrada, autorizado por la Junta de Castilla y León sin concretar aún las titulaciones al tiempo que el Gobierno de la nación endurece los requisitos para nuevas iniciativas universitarias privadas. La UNED, que duplicó su alumnado al adaptarse al boom tecnológico de finales de los noventa (Jorge Vega destaca el papel como director del recientemente fallecido José Luis Prieto Arroyo), aprendió a convivir desde 1996 con el Campus de Ponferrada, que se estrenó con una estrategia de desarrollo frente a aquellas iniciativas no conectadas entre sí del pasado para marcar un nuevo tiempo. “(La UNED y el Campus) somos absolutamente complementarios. No tenemos ninguna titulación repetida o duplicada. Y nunca ha habido ningún tipo de tensión”, dice Vega, que es también investigador en la Universidad de León. El centro asociado de la UNED de Ponferrada abrió instalaciones propias en 2003, al lado de aquel viejo hospital donde se formaron promociones de enfermeras, hasta componer un complejo universitario que es en cierto modo el heredero de un impulso embrionario quizá poco conocido, recordado y valorado.

Etiquetas
stats