La Junta de Castilla y León ha aprobado la autorización ambiental integrada de la planta de Votorantim Cementos España (antes Cementos Cosmos), ubicada en Toral de los Vados, incorporando la instalación de un nuevo secadero de cenizas volantes, usando combustibles alternativos como neumáticos, todo ello a pesar de la fuerte contestación de colectivos ecologistas como Bierzo Aire Limpio, que denunció escapes incontrolados y potencialmente peligrosos de la cementera.
La resolución publicada el 29 de diciembre en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) establece límites concretos a la emisión de partículas, metales pesados, dioxinas y furanos a la atmósfera, así como un régimen de vigilancia permanente. La normativa también pretende reforzar las condiciones bajo las que la fábrica puede seguir utilizando combustibles alternativos, entre ellos neumáticos al final de su vida útil (NFU), residuos derivados de procesos industriales y biomasa.
La autorización para un nuevo secadero de cenizas pretende mejorar desde el punto de vista técnico el proceso industrial, ya que funciona con el calor que antes se 'escapaba' de sus otros hornos, permitiendo que las cenizas lleguen al proceso de mezcla en buen estado.
En lo referente a los NFU, la autorización permite su utilización como combustible alternativo en el horno principal, siempre que los gases alcancen temperaturas superiores a 850 grados durante al menos dos segundos, garantizando así una combustión completa y más segura. Además, se establecen controles adicionales de contaminantes vinculados a este uso, cuya frecuencia dependerá de si se están coincinerando neumáticos en cada periodo y de si los niveles superan el 50% de los límites permitidos. La administración también exige evaluaciones anuales para comprobar si la valorización de estos residuos afecta a la emisión de partículas sedimentables en el entorno.
La modificación aprobada incluye además la puesta en marcha del nuevo secadero de cenizas, que utilizará calor excedente del proceso industrial. Según el expediente, esta mejora no supone la entrada de nuevos residuos ni un incremento en las cantidades ya autorizadas, sino una optimización técnica del proceso productivo.
La resolución autonómica también regula el impacto acústico y la gestión de emisiones difusas, así como la monitorización continua de los sistemas de depuración de gases, filtros y equipos de reducción de contaminantes. Curiosamente, la modificación señala que el uso de neumáticos puede incluso “reducir el nivel sonoro” de la instalación al disminuir las horas de funcionamiento de los molinos de coque de petróleo.