Logran salvar la vida de un oso pardo que deambulaba por el Alto Sil con la cabeza atrapada en un bidón de plástico

El ejemplar de oso pardo con la cabeza atrapada en un bidón en el Alto Sil del Bierzo (León).

Redacción EL BIERZO

Personal de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León consiguió ayer miércoles, en tiempo récord, localizar y salvar la vida a un ejemplar de oso pardo en el Alto Sil en la provincia de León, al norte de la comarca del Bierzo, al poder liberarle de un bidón de plástico que tenía atrapado en la cabeza y con el que deambulaba, hambriento y desorientado.

Según ha desvelado hoy la Consejería de Medio Ambiente, un vecino de la localidad de Anllares del Sil (Páramo del Sil) alertó sobre las 8.45 horas de que había visto a un ejemplar de plantígrado con la cabeza atrapada en un objeto que le impedía la visión y la posibilidad de alimentarse, de modo que la situación comprometía la vida del ejemplar del oso pardo. Después se supo que el oso había estado en una instalación en la que sufrió un accidente cuando intentaba alimentarse de un dispensador de maíz. 

Tras un primer aviso del particular a personal de la Fundación Oso Pardo (FOP), se dio traslado por esta fundación a personal especializado de la Junta de Castilla y León. 

Poco tiempo después se personaron de inmediato agentes medioambientales, el equipo de las Patrullas Oso de la Fundacion Patrimonio Natural de Castilla y León, dependiente de la Consejería, y los veterinarios clínicos de la red de centros de fauna de la Junta de Castilla y León que están adscritos al plan de captura y radiomarcaje de oso pardo en la Comunidad autónoma.

Tras una rápida intervención, y una vez localizado, a las 9.54 horas el equipo veterinario efectuó un disparo con dardo anestésico, consiguiendo en 12 minutos una anestesia profunda del ejemplar. Se trataba de un macho de casi 100 kilos de peso (98,5 kilogramos en concreto), que todavía no presentaba signos de deshidratación.

Aprovechando el efecto de la anestesia, de forma inmediata se procedió a la retirada del bidón de la cabeza sin más daños. Asimismo, se aprovechó la coyuntura para colocarle un collar para la geolocalización al animal, el cual pudo después continuar su camino después de que en la intervención se le tomaran las medidas biométricas y muestras biológicas antes de su liberación. Se ha confirmado que su vida no corre peligro alguno.

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