El municipio de Candín se cambia el nombre por Valle de Ancares para evitar el conflicto con Galicia

Candín pasará a llamarse Valle de Ancares, que no Ancares solo.

Elisabet Alba

El municipio de Candín desiste de su intento por cambiarse el nombre por Ancares y pasará a llamarse Valle de Ancares para evitar el conflicto directo con Galicia. El alcalde 'popular' berciano José Antonio Álvarez Cachón modificó sus pretensiones en el último momento antes de llevar la decisión al Pleno del Consejo Comarcal del Bierzo este martes, que le ha dado su visto bueno por unanimidad, después de dos años de trámites administrativos y alegaciones con la Comunidad vecina, el último sin mover un solo papel después de la llegada del expresidente de la Xunta de Galicia a la presidencia del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo.

El Ayuntamiento berciano inició el expediente de cambio de nombre en diciembre de 2020 para llamarse 'Ancares', como la histórica comarca, el valle en el que se enclava y el río que riega su municipio y que actualmente se extiende también hasta tierras gallegas por los Ancares lucenses, incluso hasta Asturias por la Sierra de Ancares, la geografía montañosa que separa las tres Comunidades Autónomas. Sobre el término y su uso un libro de Julio Álvarez Rubio, 'La importancia de llamarse Ancares' explica el origen y difusión de la denominación.

La iniciativa del alcalde 'popular' José Antonio Álvarez Cachón fue entendida por sus vecinos gallegos como un intento de apropiación de un nombre que consideran también suyo, por lo que se desató una auténtica ofensiva de reclamaciones por parte de particulares, los Ayuntamientos lucenses de Baralla, Becerreá, As Nogais, Pedrafita do Cebreiro, Navia de Suarna y Cervantes que se sienten Ancares, la Diputación de Lugo presidida por el socialista José Tomé y la Xunta de Galicia que entonces dirigía el hoy presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

El ascenso de Núñez Feijóo a la presidencia nacional del PP, partido del todavía alcalde de Candín, coincidió con una paralización del trámite de un año, que estuvo meses durmiendo el sueño de los justos en un cajón para terminar dando la razón a los gallegos que exigían que el municipio berciano se cambiase el nombre si quería por “Candín de Ancares” o, como se acaba de aprobar, Valle de Ancares, pero en ningún caso por Ancares a secas.

No obstante, el cambio de nombre todavía puede ser litigado por vía judicial.

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