Un paseo por el 'bosque encantado', y premiado, de Cobrana
El alcornocal o Zofreral de Cobrana, en el municipio berciano de Congosto, es uno de los bosques más conocidos de la comarca y sus alrededores gracias a la gran labor desarrollada por la Asociación El Zofreral que hace 17 años comenzó a poner en valor este espacio que hoy es visitado por miles de personas y que se ha alzado con el premio de Bosque del Año 2025. Se trata del segundo año consecutivo que este galardón se queda en el Bierzo, ya que en 2024 fue para el soto de castaños de Villar de los Barrios, en el municipio de Ponferrada.
El Zofreral es un espacio de 280 hectáreas situado junto al pequeño pueblo de Cobrana, donde nació en el año 2008 una asociación vecinal con el objetivo de dar vida a la localidad, con actividades culturales y, sobre todo, con la promoción de su espacio natural, un impresionante alcornocal que, por entonces, apenas se conocía fuera del municipio.
La asociación surgió después de la desaparición de otra, denominada La Villosa, que entre 2005 y 2007 se opuso a la instalación de una central de ciclo combinado en el valle de ese mismo nombre, a escasos kilómetros del alcornocal. Un movimiento que tuvo enorme repercusión y que logró sus objetivos, protegiendo el futuro de ese bosque que desde 2008 fue el objetivo del colectivo El Zofreral.
“Vimos que teníamos una situación muy buena, unas vistas muy bonitas y un precioso bosque de alcornoques, que pensamos que era muy llamativo. Empezamos a investigar y descubrimos un estudio que había hecho un ingeniero forestal de la Universidad de León, Alfonso Fernández Manso, y decidimos hacer una ruta botánica. Con ese objetivo formamos la asociación”, explica el actual presidente, Fabián Thiery.
Así se unieron Tomás Fernández, quien fue presidente hasta su fallecimiento en 2023, César Valcarcel, José Manuel Gundín, Amparo Valtuille, Juan Manuel Camacho y el propio Fabián Thiery, quienes empezaron a buscar ayuda para sacar adelante esa ruta botánica.
“Tomás Fernández, que era el presidente, tenía amistad con José Luis Prada, que acababa de crear la Fundación Prada A Tope. Hablamos con él, le presentamos un proyecto y le encantó la idea. Así fue como nos dio 2.500 euros, con los que empezamos a hacer hacenderas, con los vecinos del pueblo. Hicimos desbroces, abrimos vías y señalizamos dos rutas. Lo inauguramos cinco meses después y a partir de ahí empezamos a promocionar el bosque y las rutas para atraer a senderistas, aunque empezó siendo algo muy minoritario”, relata Thiery.
La promoción de este bosque fue el reto que se marcaron desde la asociación y centró su labor durante los dos primeros años en los que, poco a poco, el Zofreral fue cogiendo auge con la llegada de muchos visitantes, como los miembros de la peña de montañeros Gistredo.
“Después se nos ocurrió empezar a hacer más cosas y pensamos en hacer un recital de poesía”, cuenta el presidente, quien remarca que el principal objetivo era cuidar y concienciar sobre el cuidado del bosque. Para impulsar esta cita poética contactaron con Juan Carlos Mestre, quien acababa de recibir el Premio Nacional de Poesía. “Se mostró encantado de participar”, dice Thiery, quien también recuerda que por entonces ya se hacía otro evento de este tipo en el Bierzo: los Versos en el Hayedo de Busmayor. Carmen Busmayor, impulsora de esa cita en el Hayedo, también quiso colaborar y en 2010 se dieron cita, en torno a los alcornoques, siete poetas: Ricardo Virtaten, Juana Vázquez, Rafael Morales Barba, Pablo Moldes, Fermín López Costero, Juan Carlos Mestre y la propia Carmen Busmayor.
“Hicimos un pequeño auditorio para la cita, que fue un éxito, pero cuando nos pusimos a echar cuentas, estas no salían”, lamenta Thiery, quien explica que la asociación no disponía de ninguna ayuda, por lo que resultaba muy complicado sacar adelante este evento ya que, aunque los poetas no cobraban, había que alojarlos y pagarles el sustento. Por eso solo hubo dos ediciones.
Otra iniciativa de éxito, y que en se celebró durante cinco ediciones, fue el concurso de vino casero, en el que participaron bodegas y enólogos del Bierzo.
La Senda Encantada
Pero sin duda lo que terminó siendo el verdadero revulsivo para el Zofreral fue La Senda Encantada. “Los mayores del pueblo te hablaban de leyendas, de la existencia de seres en el bosque y la idea fue surgiendo. Empezamos a informarnos sobre mitología galaico leonesa y empezaron a aparecer los personajes: el trasgu, la nubeira, la meiga, la lavandeira, el diablo burlón…y un amigo ayudó a hacer un primer guión”, narra Thiery.
La asociación planteó la idea a varias compañías de teatro, pero no cuajó. Fue en ese momento cuando supieron de la existencia de una pequeña compañía, Dinamia Teatro, que acababa de formar un vecino de San Miguel de las Dueñas, también del municipio de Congosto: Miguel Fernández.
.“Le encantó la idea y con él fuimos creando todo. Ellos portaron la idea de orientarlo hacia el público infantil, que ha sido uno de los grandes éxitos. Para ponerlo en marcha hubo una segunda limpieza, acondicionamiento e instalación de pasarelas. Ha sido uno de los proyectos que más ha tirado”, afirma.
En el verano de 2016 se hizo la primera edición de La Senda Encantada, que desde entonces se repite cada año con un enorme éxito, con familias que llegan desde diferentes puntos de España para disfrutar del bosque encantado y de todos los seres que surgen en torno a un agradable paseo entre impresionantes alcornoques.
Las rutas
Más allá de disfrutar de esa visita teatralizada, cualquiera puede pasear por el Zofreral y recorrer alguna de las dos rutas habilitadas por los vecinos, quienes se encargan de su mantenimiento gracias a la cuota de los asociados, 55, el cánon que paga Dinamia por usar el bosque y una ayuda que llega desde el Ayuntamiento de Congosto.
El primer recorrido, familiar, tiene algo más de tres kilómetros y medio y se desarrolla en la parte baja del bosque, la más cercana al pueblo.
La segunda invita a conocer la parte más alta. Son 11 kilómetros, con un desnivel de unos 400 metros y los senderistas pueden disfrutar de un espectacular mirador en la parte alta de la misma. “El punto fuerte es el mirador. Es una antigua mina de cuarcita que pertenecía a Martínez Núñez. Ahí estaba la cantera. Se ve todo el Bierzo Alto, la Sierra de Gistredo o Ponferrada”, explica Thiery.
Los vecinos se encargaron de habilitarlo, recolocar piedras, instalar una sencilla valla y poner mesas y bancos para crear un merendero. “Es un buen sitio para subir, merendar, disfrutar del paisaje y luego ya encaminarte a la bajada”.
Bosque del Año
El último reto fue conseguir el reconocimiento como Bosque del Año. El presidente de la Asociación Bierzo Vivo, Nicolás de la Carrera, les animó a presentarse. De la Carrera logró en 2024 que el soto de Villar de los Barrios se alzase con ese reconocimiento y era el momento de que otro espacio berciano tomase el relevo.
“Me llamó Nico y me comentó lo del Bosque del Año. Nos habíamos presentado hacía tiempo, cuando lo llevaba otra fundación, y ni nos contestaron. Por eso, en un principio, no me convenció. Pero él me dijo que ahora lo llevaba Bosques sin Fronteras y me animó. Decidimos que sí, que nos presentábamos. No pensamos ganar ya que Villar había ganado el año anterior, pero hemos conseguido casi 8.000 votos. Estamos encantados”.
Ahora esperan que este premio les abra las puertas a subvenciones para seguir trabajando en beneficio de este espacio natural. Y mientras ya han conversaciones con Nicolás de la Carrera para intentar poner en marcha visitas conjuntas a los dos Bosques del Año bercianos.