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Tramitan sellar el vertedero de la térmica de Anllares y aprovechar parte de los residuos para fabricar cemento

Sellar el vertedero de residuos no peligrosos de la ya desmantelada térmica de Anllares del Sil (Páramo del Sil), aprovechar principalmente las cenizas para fabricar cemento y restaurar el espacio con la implantación de una cubierta vegetal. Se trata del objeto del proyecto promovido por la propia central y que ya cuenta con el informe de impacto ambiental del Gobierno autonómico, que sostiene que la iniciativa “no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente”, si acaso positivos tanto por la reutilización de elementos en la industria cementera como por el acondicionamiento de la instalación. Así lo recoge en la edición de este miércoles del Bocyl (Boletín Oficial de Castilla y León), la misma en la que el Ayuntamiento de Páramo del Sil somete el expediente de autorización a información pública durante un plazo de veinte días.
Puesta en servicio en 1982, desconectada de la red eléctrica a finales de 2018 y desmanteladas sus instalaciones entre 2020 y 2021, la central térmica de Anllares del Sil, propiedad de Naturgy y Endesa, verá ahora sellar y restaurar su vertedero de residuos no peligrosos, una tarea que comenzará por la extracción de materiales contenidos en parte de la instalación como cenizas de hogar, escorias y polvo de caldera, cenizas volantes de carbón y lodos. El destino será su aprovechamiento como materia prima en la industria cementera hasta cumplir así con el principio de 'economía circular' con la consecución de un “desarrollo sostenible”, según expone la administración autonómica.
El proyecto de intervención en un vertedero de 6,8 hectáreas constará de tres fases: la extracción de los residuos, el sellado y clausura y la vigilancia y control de sus condiciones ambientales. El sistema de explotación de los recursos será a cielo abierto. Dado que el material que se pretende retirar asciende a 40.000 toneladas, el plazo de ejecución de los trabajos se estima en 20 años.
El informe de impacto ambiental ve “poco probable” que se produzcan efectos “significativos o apreciables” sobre la Red Natura 2000 al ubicarse el vertedero dentro de espacios de protección vinculados a la Sierra de los Ancares. “Los impactos negativos con mayor intensidad lo serán sobre la calidad del aire y la calidad acústica, así como sobre la hidrología superficial y subterránea por la generación de efluentes potencialmente contaminados. Afectarán de manera directa temporal y a corto plazo, excepto a las aguas subterráneas que lo serán de manera indirecta y permanente”, reconoce a continuación el documento.
En sentido contrario, el estudio determina que “la restauración final conllevará un impacto positivo, que se acumulará al desmantelamiento y posterior restauración del medio afectado por la central térmica de Anllares y la cercana presa de Anllarinos”. El resultado del derribo de las instalaciones energéticas y las vinculadas debería dejar también disponible un suelo ya catalogado para acoger la implantación de industrias de gran calado, según expuso en su momento el Ayuntamiento de Páramo del Sil.
Ahora lo que hace el Consistorio berciano es someter a información pública el expediente de autorización del sellado del vertedero. El plazo para presentar alegaciones, reclamaciones o sugerencias será de veinte días a contar desde este jueves. Y el documento se podrá consultar tanto en la Secretaría como en el Registro General del Ayuntamiento de lunes a viernes y de 9.00 a 14.00 horas como en el registro electrónico aytoparamodelsil.sedelectronica.es.