Vecinos de más de una decena de municipios de Castilla y León (entre ellos el berciano de Castropodame) constituidos en una plataforma protestarán este martes 1 de octubre con el fin de evitar la instalación de macroplantas de biogás en sus localidades. Lo harán frente a la Feria de Valladolid, a partir de las 18.30 horas, en coincidencia con la celebración del IV Salón del Gas Renovable, englobado en la feria de Bioenergía. Bajo el lema ‘Ni en tu pueblo ni en el mío’, los afectados se concentrarán a las puertas del certamen para manifestar su rechazo a la implantación de estas macroplantas en sus poblaciones.
En el caso de Castropodame, la población ha reaccionado de esta manera al proyecto de planta de biogás promovida por el grupo Lamelas Viloria, una iniciativa de la que también se desmarca el equipo de Gobierno municipal al afirmar que cuenta con un informe de “compatibilidad urbanística negativo”, al tiempo que ya prepara alegaciones.
Ahora los movimientos vecinales agrupados en Castilla y León denuncian que con la justificación de tratar los residuos de la gran cantidad de macrogranjas que “han puesto en esta tierra, se está instalando este tipo de industria que, a su vez, necesita cada día más combustible, y se convierte en la excusa perfecta para la instalación de macrovertederos de residuos orgánicos en los pueblos de la España vaciada”. “Nuestro objetivo es que todas estas empresas que están proyectando estos modelos sean conscientes de que nos van a tener en contra y de que vamos a pelear para que no se implanten”, denunciaron.
La plataforma, que integra a movimientos vecinales de Castropodame, Montemayor de Pililla y Santibáñez de Valcorba (Valladolid), Muñoveros (Segovia), Fuentemolinos y Milagros (Burgos), Santibáñez de Vidriales (Zamora), Babilafuente y Villamayor (Salamanca) y Fuentelcésped (Burgos), constató que no está en contra de la producción de gas mediante la utilización de restos orgánicos y que se muestran a favor de las energías renovables, pero se posicionan en contra de este modelo que “imponen, en el que únicamente se tiene en cuenta lo que ellos llaman rentabilidad económica, cuando en realidad enriquece aún más a unos pocos a costa de perjudicar a la mayoría”.
A su juicio, las empresas gasistas repiten “hasta la saciedad” que “ofertan progreso, tratando a los habitantes de los pueblos donde quieren implantarlas poco menos que de cavernícolas”. “¿Entenderán ellos que es progreso el tránsito permanente de camiones por nuestras carreteras y caminos? Con el deterioro que supone de nuestras ya precarias infraestructuras, los peligros que conllevan, las molestias por olores y mosquitos, la degradación del paisaje y los ecosistemas. Si el progreso es esto, no lo queremos”, criticó la plataforma.
Consideran que los desechos obtenidos de la fermentación contendrán una “diversidad de productos químicos y bioquímicos procedentes de los residuos gestionados, tales como metales pesados, disolventes, restos de antibióticos o pesticidas; y no es menor el contenido en nitratos de esa fracción, que incluso han hecho que muchos acuíferos no sirvan ya para el abastecimiento urbano”.