Homenaje a Carmen Busmayor, la poeta que “se hizo a sí misma en un mundo de hombres”
Hay personas que no pasan desapercibidas. Son reconocibles. Tan identificable por fuera como por dentro, Carmen Busmayor deja huella en sus escritos. Sin todavía conocerla personalmente, siendo jurado del Certamen Internacional de Poesía Manuela López en 2004, la escritora Ester Folgueral se encontró con unos versos que delataban un origen. “Esta mujer tiene que ser de zona minera”, se dijo sobre el trabajo que a la postre resultó ganador, Inventario de silencio. Ahora será reconocida. El acto tendrá lugar este sábado 30 de marzo en su pueblo, Busmayor (Barjas), donde se inaugurará un busto y una placa, el homenaje que viene a suponer una suerte de reciprocidad con una mujer “enormemente solidaria y generosa”, así como “muy reivindicativa y luchadora”, señala Folgueral hasta sentenciar en un titular: “Ella se hizo a sí misma en un mundo de hombres”.
Nacida en Busmayor en 1952 como María del Carmen López, fue precisamente uno de esos hombres con los que se codeaba en recitales poéticos, Antonio Pereira, el que la rebautizó al sugerirle usar el sonoro nombre de su pueblo como apellido artístico. Sin desvincularse nunca de su localidad natal, ella se crio ya en Fabero, comenzó sus estudios superiores en Oviedo y cursó en Madrid en plena Transición política la especialidad de Literatura Hispánica. Dio clase en Toral de los Vados y Fabero para asentarse luego como docente en León capital, donde dedicó su tesis al hombre que cambió su carrera, editada como Paisajes poéticos de Antonio Pereira, al tiempo que empezó a publicar hasta componer una obra marcada fundamentalmente por la poesía sin obviar la narrativa o las colaboraciones periodísticas.
Ester Folgueral, que había estudiado Periodismo en Madrid y tanteado ya círculos literarios tanto en la capital como en Canarias, se encontró a su regreso al Bierzo con aquella mujer que se convirtió en amiga. “Nuestras poesías no tienen mucho que ver. Pero hablamos el mismo idioma: somos hijas de una familia humilde”, señala. Busmayor se escolarizó a mediados del siglo XX en Fabero con secuencias que parecen sacadas de un cuento de Dickens. “Había una estufa y teníamos que llevar carbón y leña. También había más alumnos que asientos y un día la maestra me hizo levantarme para que se sentara la hija de uno de los comerciantes más pudientes”, le contó al magazine digital Me Presta El Bierzo.
“Heredera y fuente”
Carmen Busmayor ya forma parte de la generación posterior a pioneras como Manuela López, Felisa Rodríguez, Manuela Rejas o Eva González, protagonistas de los últimos rescates literarios liderados por la investigadora Mercedes G. Rojo. Ella “es heredera y es fuente”, determina Rojo para catalogarla como “una de esas escritoras imprescindibles dentro del panorama literario leonés que ha puesto su poesía en lo más alto”. A la Fiesta de la Poesía de Villafranca del Bierzo acudía a veces sola y otras con Manuela López. “Y dentro de la pléyade de escritores muy notables que hay en la provincia de León, ella fue capaz de hacerse un hueco y ser respetada”, resalta el presidente del colectivo promotor del homenaje A Plena Cultura, Santiago Asenjo, al abarcar la complicidad de una nómina de ilustres que van desde Antonio Gamoneda hasta Juan Carlos Mestre, entre un Premio Cervantes y un Premio Nacional de Poesía.
El homenaje comenzó a fraguarse hace tiempo hasta concretarse este sábado, fecha elegida pensando en facilitar la asistencia en plenas vacaciones de Semana Santa, según explica Asenjo, que estrechó su contacto con Carmen Busmayor cuando la pandemia del coronavirus obligó a hacer un par de celebraciones virtuales de Versos en el Hayedo, la cita poética en la que la autora reivindicaba sus raíces cada verano. Y así Busmayor se está convirtiendo en pueblo marcado por la poesía. Con proyectos incipientes como el recorrido poético bajo el Hayedo, una miniblioteca de libros libres para el intercambio y la biblioteca especializada en poesía que reunirá más de 1.500 ejemplares en la casa familiar donada al pueblo, la localidad estrenará este sábado a las 16.30 horas precisamente en este último entorno una pizarra con su busto grabado y una placa de acero corten con el texto de la autora sobre Busmayor y su Hayedo, “donde las palabras solo son parte de la poética que el mismo aporta a quienes por él transcurren”, señala Mercedes G. Rojo.
Será la forma de rendir tributo a una mujer y una obra. Ester Folgueral, que subraya su carácter “enormemente generoso”, también apela a su vocación “muy reivindicativa y luchadora” sin olvidar nunca su origen: “De lo que siempre se ha mostrado más orgullosa es de haber sido elegida Mujer del Año (en 2000) en El Bierzo”. Como “muy generosa y comprometida” la destaca también Santiago Asenjo al extender ese posicionamiento tanto “a la literatura y la poesía” como a sus pueblos de Busmayor y Fabero o a ámbitos como “la sociedad e incluso la política”. “Carmen ha sido y es amiga de poetas, de escritores de todas las generaciones y lugares”, añade Mercedes G. Rojo. La biografía se cruzó con la obra cuando sacó fuerzas para convertir una experiencia familiar traumática con la enfermedad de su madre en una narración en primera persona titulada Desde el Alzheimer: un relato testimonial. “Y a mí y a muchos nos ayudó a entender lo que era el alzhéimer”, señala Folgueral para aportar otro matiz sobre una autora reconocible y reconocida.
