El otoño laboral del Bierzo: 140 despidos y 680 trabajadores en regulación en tres grandes empresas de la comarca
El Bierzo ha comenzado el nuevo curso tras el verano con su motor económico gripado. La 'avería' se traduce en un otoño laboral real y figurado. Tres de las principales empresas empleadoras en una comarca de tradición minera que se tambalea tras el cierre de las explotaciones carboneras y las centrales térmicas atraviesan procesos de regulación que han hecho sonar las alarmas en una zona que espera todavía sin brotes verdes una primavera en forma de Transición Justa. Casi 150 trabajadores se fueron a la calle en la compañía dedicada al telemarketing Teleperformance, mientras que la factoría de palas eólicas LM Wind Power y la acerera Roldán afrontan ERTEs (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) para 630 y 50 operarios, respectivamente, en estos casos con la idea inicial de conservar esos puestos de trabajo. Y Ponferrada, la segunda ciudad en población de la provincia, no logra contener una brecha que la acerca a un invierno demográfico al estar en el entorno de los 63.000 habitantes cuando en 2010 llegó a rozar los 69.000.
Perteneciente ahora al Grupo Acerinox, Roldán se asentó a mediados de los años cincuenta del pasado siglo en una Ponferrada que vivía en plena ebullición económica tras el desembarco de la primera central térmica de la historia de Endesa, alimentada con el carbón de las minas del entorno hasta conformar aquel apelativo de la Ciudad del Dólar. Roldán, cuya factoría está radicada en la pedanía de Santo Tomás de las Ollas, mantiene todavía cierta pujanza con una plantilla de alrededor de 400 trabajadores. Ahora ha reactivado el ERTE para 50 operarios de la sección de laminado alegando falta de pedidos, mientras su matriz, Acerinox, presentó en 2022 beneficios históricos en su cuenta de resultados.
La minería afrontaba sucesivos procesos de reconversión cuando en el ecuador del cambio de siglo aterrizó una fábrica de palas eólicas de la multinacional danesa LM en el Polígono Industrial de La Llanada, en la misma localidad de Santo Tomás de las Ollas. La comarca berciana buscaba alternativas al monocultivo del carbón y parecía encontrarlas en el sector de las energías renovables, un polo de desarrollo que atrajo a otras firmas como la de componentes eólicos Comonor, que cerró tras el vendaval de la crisis económica de 2008. Alcanzando picos que la han llevado a superar el millar de operarios, LM salvó intentos de deslocalización que conllevaban incluso su cierre. La última batalla hasta la fecha se había librado en el verano de 2021 hasta concretarse un importante paquete de despidos. Ahora será la práctica totalidad de una plantilla ya limitada a 650 trabajadores la que se someta a una regulación temporal cuyas condiciones se dirimirán en estas semanas en la mesa de negociación.
Al cambio de piel de un Bierzo que desteñía progresivamente del negro del carbón de las minas y las térmicas vino a sumarse a comienzos de este siglo la compañía de telemarketing Teleperformance, que también alcanzó notables picos de empleo al calor de servicios prestados a firmas potentes como Vodafone, si bien las condiciones de contratos en un sector en el que abunda la temporalidad y la parcialidad no son las mismas que en la industria tradicional. El caso es que las instalaciones de Ponferrada mantenían una plantilla de alrededor de 470 empleados cuando la firma planteó despidos en todos sus centros de España. El de la capital berciana ha sido el más afectado al asumir 141 bajas (105 de ellas voluntarias), casi la mitad de las 299 en que concretaron finalmente los recortes en todo el país y apenas 17 menos que las 158 planteadas como punto de partida de la negociación.
Menos ruido
Acostumbrada a hacer de cada proceso de reconversión minera una batalla muy visible con cortes de carretera o encierros en explotaciones, la comarca berciana sucumbe ahora a cada regulación de empleo con menos ruido y casi sin aliento al concatenarse hasta tres procesos en tres de sus firmas más emblemáticas. La última gran movilización minera frente a los recortes de ayudas acometidos por el Gobierno de Mariano Rajoy terminó sin logros en el verano de 2012 coincidiendo, además, con otra lucha infructuosa que acabó con el cierre de la cristalera Vitro Cristalglass. Las antaño multitudinarias manifestaciones son cada vez menos numerosas en una tierra que ha perdido masa laboral y ha visto envejecer su población.
La situación es complicada y difícil. Y supone un problema añadido a los que sufre la comarca desde el fin de la minería del carbón
La parte social sí llegó a convocar una movilización ante el planteamiento de despidos en Teleperformance, donde acabaron aflorando diferencias entre los propios sindicatos hasta el punto de que CGT (Confederación General del Trabajo) y CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) fueron los únicos en rechazar y pleitear contra la regulación. Comisiones Obreras no ve ahí margen de maniobra con los despidos “ya realizados”, asume su secretario comarcal, Ursicino Sánchez, quien cataloga como “cíclico” el ERTE en Roldán con la esperanza de que el planteado en LM sea “pasajero” a la espera de “un futuro bastante prometedor” alejado de las sombras de deslocalizaciones que en tiempos amenazaron con echar el candado a la fábrica para trasladar a otro lugar la producción. “No estamos ahora en ese escenario; esperamos que la regulación sea coyuntural”, sostiene.
Lo que no esconde el líder comarcal de CCOO es que la concatenación de procesos de regulación en tres de las mayores empresas del Bierzo en términos de empleo “genera incertidumbre” en un territorio que vio en septiembre subir el paro tras cinco meses consecutivos de descensos en el número de demandantes de un puesto de trabajo. “La situación es complicada y difícil. Y supone un problema añadido a los que sufre la comarca desde el fin de la minería del carbón”, reconoce Ursicino Sánchez
Si cualquiera de esas empresas tiene un proyecto industrial de desarrollo cuya inversión futura exige la colaboración, la participación, la financiación de la Junta de Castilla y León, estaremos allí al lado de las empresas
La Junta de Castilla y León ha reconocido su preocupación por la repercusión de esta crisis laboral detrás de la que, a su entender, subyacen factores autóctonos y generales. “Somos muy conscientes de los problemas del Bierzo. Hubo un cierre precipitado de minas y térmicas”, insistió este miércoles el portavoz del Ejecutivo autonómico, Carlos Fernández Carriedo, tras citar dificultades “en muchas empresas” derivadas de circunstancias como la “alta inflación”, la reducción de la demanda o la falta de stocks. “Negar la realidad no es la solución. Por eso cuando a veces oímos frases grandilocuentes como 'todo va como una moto en economía', a veces hay que descender a los hechos reales”, señaló Carriedo en alusión a la expresión utilizada en la precampaña de las pasadas elecciones generales por el presidente del Gobierno ahora en funciones, Pedro Sánchez.
Ante este escenario, la Junta se compromete a “mediar” tanto a través del Serla (Servicio de Relaciones Laborales) como en su disposición hacia las compañías: “Si cualquiera de esas empresas tiene un proyecto industrial de desarrollo cuya inversión futura exige la colaboración, la participación, la financiación de la Junta de Castilla y León, estaremos allí al lado de las empresas”.
Ahora que la comarca viste sus mejores paisajes con el colorido de sus viñedos y sus sotos de castaños y degusta pimientos asados y magostos de un sector agroalimentario pregonado en ocasiones junto al turismo rural como parte de la alternativa a la recesión de su industria tradicional, el Bierzo se enfrenta a un otoño laboral. El paso de las semanas determinará si los nubarrones se despejan, o si la comarca sigue sufriendo una lluvia fina que la aboca a ahondar en la senda de la progresiva despoblación.