El Gobierno estira hasta casi 2029 el diseño de las mejoras puntuales que requiere la línea de tren entre León y El Bierzo

Unas simples mejoras en el actual trazado ferroviario convencional en la línea de tren León-A Coruña, desde el centro de la provincia leonesa hasta el acceso a la comarca de El Bierzo por el puerto del Manzanal, van a sufrir una desesperante dilación de varios años. Y eso se solapará con la espera de la verdadera solución al embudo que supone el 'lazo' del Manzanal, y que está siendo objeto de un estudio diferente que se valora en medio millón de euros para que proponga soluciones definitivas al 'estrechón' que aísla por tren a esta comarca y el futuro logístico y de transporte de mercancías de todo León.
Son dos tramitaciones que corren paralelas y que aparentemente se contradicen, ante la desesperación de El Bierzo y toda la provincia leonesa. La novedad ahora se ha publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y consiste en la decisión final adoptada por la empresa pública ferroviaria Adif, del Ministerio de Transportes, de adjudicar el contrato para la redacción del proyecto, que no la ejecución de las obras, de la bifurcación base León con la estación de tren de La Granja de San Vicente (Torre del Bierzo).
Este contrato debe diseñar cómo ejecutar una serie de trabajos de mantenimiento y mejora de los actuales puentes, túneles, terraplenes o trincheras en el tramo desde el punto kilométrico 124/360 al kilómetro 213/356 de la línea 800, León-A Coruña.
El precio final de la adjudicación para ese diseño previo se ha elevado prácticamente a 3,8 millones de euros (3.794.639,55 euros), con una baja sobre el precio inicial de casi el 20%, y ha recaído en la unión temporal de empresas (UTE) Túneles León La Granja, que forman la firma sueca, con sede en Cantabria, WSP Spain Apia SA y la leonesa Geoconsult España Ingenieros Consultores SA. Fue seleccionada entre 14 ofertas por parte de la empresa estatal y ya se ha firmado el contrato.
Una de las cosas que más preocupa es el plazo: Adif concede para concluir este proyecto de diseño previo de los trabajos de mantenimiento un tiempo de elaboración de 42 meses. Es decir, que podría tardar hasta tres años y medio, lo cual dilataría ese diseño hasta casi el año 2029. Y a partir de ahí la empresa pública todavía debería poner en marcha los nuevos y lentos mecanismos para ir presupuestando y licitando cada una de las diferentes obras que ese proyecto haya marcado previamente.
Ante tales demoras y las primeras quejas políticas y sociales sobre todo en El Bierzo, ya en su día, cuando dio a conocer este trámite ahora adjudicado, Adif se vio obligada a asegurar públicamente que este proceso de mantenimiento general es un proceso diferente a la decisión sobre lo que ocurrirá con la modernización del nudo ferroviario entre León y Ponferrada, el llamado lazo del Manzanal. Este otro caso sigue su propio curso con un estudio que debe dar, antes de final de este año, las soluciones para las que, de modo muy en genérico, se ha hablado de una necesidad inversora ministerial de más de 300 millones dentro del tramo León-Monforte.
Se da la curiosa circunstancia de que será la principal empresa, WSP Spain Apia SA, el ramal español de la multinacional de Suecia WSP Europe AB, la que ha sido designada para las dos cosas que se solapan: por un lado proponer la solución al nudo ferroviario leonés y por otro para diseñar también las mejoras puntuales de la actual línea con el contrato de 3,8 millones conocido hoy.
El objeto del contrato, con todo detalle
En este contrato de hoy se han de dar las pautas técnicas y estimaciones de costes de modificaciones en el interior de túneles y estructuras para aumentar la capacidad y permitir un mayor gálibo. En detalle, el proyecto contempla la renovación integral de la vía a lo largo de todo el tramo, incluyendo balasto, traviesas y carril.
Según el estado del balasto actual, se decidirá entre su sustitución, depuración, mantenimiento o aporte adicional para cumplir con los espesores exigidos por la normativa. Se evaluarán todos los puentes y viaductos, así como en los 13 túneles existentes dentro del tramo, en los que se corregirán patologías y se verificará el cumplimiento del gálibo establecido, de acuerdo también con la normativa europea sobre seguridad en túneles ferroviarios.
Asimismo, se analizará el gálibo en los pasos superiores y se propondrán soluciones para resolver posibles deficiencias. En los pasos a nivel se procederá a su desmontaje y posterior reinstalación con sistemas homologados por Adif. También se analizará el ajuste de la catenaria en los puntos donde haya variaciones del trazado. En cuanto a las instalaciones de seguridad y comunicaciones, se retirarán y recolocarán los elementos necesarios para mantener la operatividad durante las obras. Y se incluyen las expropiaciones y ocupaciones necesarias, elaborando toda la documentación necesaria para su tramitación en información pública.